La vacuna aterrizó en España a finales de diciembre del año pasado y el mundo entero depositó sus confianzas en el suero que podría ayudar a contener de alguna forma la pandemia de coronavirus. Eso sí, no lo conseguiríamos hasta llegar, como mínimo, al 70 por ciento de la población vacunada, punto exacto en el que alcanzaríamos la ansiada inmunidad de rebaño.

Casi ocho meses después, y a pesar del avance de la vacunación, el virus no parece remitir. A pesar del fin del estado de alarma y la relajación de las medidas de contención y seguridad, España se enfrenta ahora a una quinta ola. Si bien es cierto que todos los indicadores dejan ver que podríamos haber alcanzado el pico máximo de la última sacudida pandémica y con la incidencia de nuevo a la baja, el número de fallecidos sigue aumentando, así como también lo está haciendo la presión hospitalaria y de las UCI.

De nuevo, todas las esperanzas vuelven a la vacuna. Con la apertura de centros de vacunación masiva por todo el mapa español, cada vez son más ciudadanos los que están inmunizados, lo que facilitaría llegar a la inmunidad colectiva. El problema, sin embargo, radica ahora en que todavía son muchos ciudadanos los que todavía no han recibido el pinchazo y otros que, sin embargo, tan solo han recibido el primero y se contagian inmediatamente después.

¿Qué pasa si una persona se contagia después de haber recibido la primera dosis?

Tal y como consta en la Estrategia de vacunación covid-19 publicada por el Gobierno de España, se presentan dos escenarios diferentes.

Si se trata de una persona mayor de 65 años, será necesario esperar a que se haya recuperado por completo del virus, además del período de aislamiento correspondiente, para poder administrar la segunda dosis. Eso sí, respetando siempre el plazo mínimo marcado entre ambas inyecciones. En el caso de que sea de 65 años o menor, será necesario esperar un mínimo de seis meses para poder completar la pauta de vacunación completa.

En ambos casos, en el caso de aplicarse la vacuna de Janssen, no serán efectivas estas medidas, ya que al ser una vacuna monodosis no es necesario inocularla de nuevo.

En el caso de que una persona no se haya vacunado y se infecte o esté superando actualmente el virus, la pauta de vacunación deberá retrasarse en los menores de 65 años hasta pasados los seis meses de haber superado finalmente la enfermedad. En este caso, a quienes se hayan infectado, y pasado los seis meses, se les administrará tan solo una dosis, con la que la pauta de vacunación estará finalmente completa.