Se trata de algo que puede ser totalmente normal, hasta cierto punto. De hecho, puede ser una señal de alerta de que podemos tener una enfermedad mental, como la ansiedad, o un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), y es más común de los que creemos. Adopta varios nombres: pensamientos, rumiantes, pensamientos repetidos no deseados, pensamientos obsesivos, pensamientos negativos recurrentes. Pero el término oficial es "pensamientos intrusivos".

¿Qué son?

Cuando hablamos de pensamientos intrusivos nos referimos a aquellas ideas que parecen estar encalladas en nuestra mente. Y, cuando estos se transforman en pensamientos recurrentes, pueden llegar a provocarnos angustia y malestar.

Algunos de estos pensamientos pueden ser ideas raras o absurdas, incluso inadecuadas y negativas. Pero, es algo que experimentamos de forma natural. Lo malo es que se convierte en un problema por nuestra forma de interpretarlos. Lo normal es ignorar estos pensamientos sin dedicarles ni un segundo a la reflexión. Porque cuando persona se atasca en ellos, y se vuelve incontrolable, se verá sumergida en una espiral de angustia. Es entonces cuando estos pensamientos se vuelven intrusivos.

Según la psicóloga, Elena Miró, cuenta, basándose en las teorías cognitivas de los especialistasRachman y Salkovskis, que "el contenido de los pensamientos es menos importante que el significado que se les atribuye". Y, partiendo de esto, también distingue dos formas de afrontar dichos pensamientos.

¿Cómo afrontarlos?

Investigadores de la Universidad de Cambridge desarrollaron un estudio, en 2017, sobre el descubrimiento de un vínculo entre un neurotransmisor y los pensamientos intrusivos. Resulta que en el hipocampo, que está dentro del cerebro, se encuentra un neurotransmisor conocido como GABA. Este es el responsable de la capacidad de las personas para bloquear los pensamientos intrusivos. Aunque, a día de hoy, se desconoce cómo lo hace, haciendo que la principal opción continúe siendo la guía de los especialistas en psicología.

Además, uno de los fuertes de estos pensamientos es que la persona los sufre de forma pasiva, por lo que hace falta tomar cartas en el asunto para resolverlo. Los expertos recomienda enfrentar la idea en cuestión. "Lo primero y más importante es localiza el pensamiento que nos está alterando e identificarlo". Una de las claves para poner remedio a esto también es volvernos conscientes de que se trata de un pensamiento invasivo y recurrente, además de darnos cuenta de que pensar algo no hace que sea cierto.

Lo siguiente que hay que hacer es enfrentar el pensamiento, ser conscientes de que un pensamiento no es real porque sea obsesivo. Se trata de una fórmula para lograr que esas idea negativas dejen de ser perjudiciales. Una alternativa para lograrlo es la técnica de la saciación: escribir un pensamiento y leerlo muchas veces hasta que ya no nos genere malestar.