Según las teorías científicas, el inicio de la vida fue en los océanos. Estos han ido cambiando con el tiempo y sufriendo períodos de extinciones masivas, así como de máxima plenitud en sus ecosistemas. Actualmente, los expertos que se dedican a investigar esta parte tan importante de la Tierra están divididos entre aquellos que quieren dar respuestas a sucesos del pasado y otros que miran hacia el futuro que nos aguarda.

Y es que según un artículo publicado en la revista ‘Science’, el futuro es oscuro, ya que el océano podría pasar por un momento de extinción masiva. Lo cual quiere decir que habría una pérdida excesivamente importante de la vida marina, mucho mayor que en ocasiones pasadas. La principal causa de dicho evento serían las altas temperaturas producidas por el cambio climático, un grave problema medioambiental con el que vivimos en los últimos tiempos.

Una mirada al futuro

De hecho, el pasado año 2021 marcó la temperatura más alta jamás registrada, así como los niveles más bajos de oxígeno. Los autores de la investigación destacan que “los rangos geográficos de las especies marinas están cambiando más rápido y experimentando más contracciones que los de las especies terrestres”. Todo esto se debe a la cantidad de gases que se emiten de efecto invernadero, que hacen que nuestro planeta se vaya calentando cada vez más.

Además, muchas especies animales y vegetales se encuentran en riesgo y aquellas que ya estaban en peligro de extinción, han empeorado su situación. Hay que mencionar que las acciones del ser humano en los océanos no hacen sino empeorar las cosas. Por ejemplo, con la pesca masiva, la contaminación costera y la destrucción en general de este ecosistema. Por ello, el futuro de la vida marina es una incógnita, pero no parece tener muy buena pinta.

Aún hay solución

Por todo ello, los científicos pertenecientes a la Universidad de Washington quisieron evaluar el riesgo de extinción en los océanos en distintos escenarios mediante un modelo que medía los límites fisiológicos de una especie comparándolas con las condiciones de oxígeno y temperatura. Los expertos comprobaron que al ritmo que lleva el cambio climático, es muy probable que se dé una extinción masiva.

Las predicciones son que los océanos tropicales pierdan la mayor parte de sus especies, así como la migración de muchas de ellas hacia zonas con latitudes más altas donde puedan sobrevivir. No obstante, es posible que las especies polares se extingan definitivamente en todo el mundo, puesto que sus hábitats naturales desaparecerán de la Tierra. Aun así, no todo son malas noticias, ya que los investigadores comentan que el hecho de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero podría evitar estos desastres naturales hasta en un 70%.