¿Por qué lloramos cuando cortamos cebolla? Todo lo que necesitas saber para poder evitarlo

Los componentes que tiene son los que nos hacen llorar. Descubre cuáles son y cómo prevenirlo

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La cebolla es uno de esos alimentos que es amado por muchos y odiado por otros, pero aún así es uno de los ingredientes fundamentales que siempre debemos tener en nuestra cocina. Pero, ¿sabes por qué lloras cuando la cortas? Hoy os traemos los mejores consejos para evitar llorar y que la próxima vez puedas hacerlo sin ningún tipo de problema.

Es originaria de Asia y se conoce desde el año 6.000 a.C. Desde este continente se extendió a Europa gracias a los romanos, y desde allí pasó a América. Hoy en día se cultiva sobre todo en Asia. Los principales países productores son China, India, Estados Unidos y Turquía. Los egipcios la conocían desde 5.000 a.C., apareciendo en pinturas murales. Los romanos y los griegos la consumían, y fueron los primeros quienes extendieron su consumo por Europa septentrional, y desde este continente se lo llevaron a América. Hoy en día la utilizamos para todo, y es que se ha convertido en un ingrediente presente en casi todas las gastronomías. Con un sabor intenso y ligeramente picante, le dan un olor característico.

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¿Qué usos podemos darle a la cebolla?

Se pueden utilizar asadas, que consiste en colocarlas sobre la sartén, ocasionando que las cebollas se cuecen con su propia humedad y sus alrededores queden negras. Curtidas y encurtidas no son lo mismo, las primeras se hacen a base de cortarlas en cubos, pasarlos a agua hirviendo para que desflemen y luego marinarlas con naranja agria y sal o si no tiene naranja agria, naranja dulce con jugo de limón. Por otro lado, las encurtidas consisten en cocerlas brevemente en vinagre, colocando orégano, pimienta entera, sal, ajo, entre muchos otros ingredientes.

Las cebollas caramelizadas se pueden encontrar en todo tipo de comida, sobre todo en hotdogs, sopa de cebolla o hamburguesas. Consiste en colocar en aceite caliente la cebolla que hayamos cortado y, moviéndola constantemente, alrededor de 30 minutos para que no se queme, iremos añadiendo azúcar para que tenga ese toque dulce que nos encanta a todos. Podemos condimentar con pimienta y sal.

Las cebollas fritas con pan molido o tempura, las cuales consisten en cortar en rebanadas o aros, para después pasarla sobre la mezcla que se desee y ponerlas a freír. Para que se queden con un buen color es importante controlar la temperatura del aceite siempre que podamos, que no se queme y que tampoco sea demasiado baja.

Hasta el más duro llora con una cebolla. Y todo porque esas partículas volátiles sulfurosas que le confiere su peculiar sabor intenso y picante, tienden a enredar en cuanto caen en un ojo. Esos componentes azufrados al contacto con el agua producen ácido sulfúrico. Este gas contiene azufre y al momento de estar en contacto con la humedad, en este caso los ojos, se descompone en ácido sulfúrico, así que en ese momento el cerebro reacciona mandando señales a los conductores lagrimales que produzcan más agua, o sea, las lágrimas, para que pueda eliminar el ácido y proteger la zona ocular.

Se podría cortar sin llorar si la cebolla se picara sumergida en agua, usando lentes que cubran por completo los ojos o hasta cortarla con mucha velocidad. Pero ninguna de estas opciones es recomendable, ya que puede llegar a ser peligroso o incómodo.

La Linterna

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Con Ángel Expósito

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