La ponencia del Congreso encargada de la Ley Orgánica del Sistema Universitario ha incorporado una propuesta del grupo vasco para que el texto refleje que el fomento del idioma propio de la comunidad no se limite a la difusión y el aprendizaje sino de "forma principal" a su uso como lengua de transmisión académica.

La ponencia, que hoy miércoles ha acabado sus trabajos con el envío de su dictamen a la Comisión de Universidades de la Cámara Baja para su debate y aprobación, ha incorporado más de medio centenar de enmiendas de los grupos parlamentarios.

Otras de las enmiendas del PNV plantean que las agencias autonómicas de evaluación refuercen sus funciones y que se elimine la capacidad que el proyecto de ley otorga a la Conferencia General de Política Universitaria (Ministerio y comunidades) de establecer límites máximos de los precios públicos.

Además, el grupo vasco ha incorporado la posibilidad de que el personal laboral permanente pueda acceder al puesto de rectora o rector.

Con sus propuestas abre asimismo la puerta a que las universidades privadas sin ánimo de lucro declaradas de interés social puedan participar en los programas públicos de fomento de la investigación y el desarrollo tecnológico.

Por último, propone que de manera explícita se reconozca la capacidad de las comunidades para llevar a cabo la coordinación de las universidades de su competencia, y que las personas sin titulación universitaria pero que acrediten experiencia laboral con nivel competencial equivalente a la formación universitaria, accedan a las enseñanzas universitarias de formación permanente mediante un procedimiento de reconocimiento de la experiencia profesional.

La intención es que el texto resultante de la Comisión de Universidades se someta a votación del Pleno de la Cámara Baja antes de acabar el año, en torno al 22 de diciembre, y requerirá de mayoría absoluta dado su carácter orgánico.

En caso de ser aprobado en pleno, el proyecto de ley se remitirá al Senado, donde seguirá el procedimiento de debate en ponencia, comisión y pleno.

La Cámara Alta podrá aprobar el texto en sus términos, presentar enmiendas o proponer un veto. En el caso de los dos últimos supuestos, la iniciativa regresará al Congreso de los Diputados para la celebración de un último debate antes de su aprobación definitiva. EFE

msr/jdm