La Delegación del Gobierno en Madrid ha cifrado en 200.000 el número de participantes en la manifestación convocada en defensa de la sanidad pública, una cifra que los convocantes elevan a 300.000 manifestantes.

La protesta, convocada inicialmente por la Red de Solidaridad Popular de Latina Carabanchel y a la que se han sumado la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), sindicatos y partidos políticos, entre otros colectivos, discurre desde mediodía bajo el lema 'Madrid se levanta por la Sanidad Pública'.

Acusan al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso (PP) de "destruir" la atención primaria, y han desplazado hasta esta protesta a un muñeco llamado "La Pinocha", que reproduce la imagen de la presidenta madrileña. Participantes en la manifestación han reclamado extender las protestas a todo el territorio nacional en defensa del sistema sanitario público.

También han guardado un minuto de silencio por los fallecidos en las residencias de ancianos durante la pandemia de covid-19. "No son muertes, son asesinatos", han denunciado.La marcha está amenizada por batucadas compuestas por más de cuatrocientas personas y está recorriendo las calles de Madrid en cuatro columnas: norte (Nuevos Ministerios), sur (Atocha), este (Hospital La Princesa) y oeste (Ópera), hasta confluir en Cibeles, donde se ha instalado un escenario en el que se leerá un manifiesto y habrá varias intervenciones.

"El personal sanitario ha aplaudido a los vecinos que participan en la marcha"

A las puertas del Hospital de la Princesa ha sido el personal sanitario quien, este domingo, ha aplaudido a los vecinos de Madrid que participan en la marcha convocada en defensa de la sanidad pública madrileña. Ese centro sanitario ha sido el inicio de la columna. Asomados a las ventanas, los sanitarios de guardia han respondido, con aplausos y puños en alto, a los manifestantes, que comenzaron la marcha con una ovación al personal del centro médico.

Al grito de "sanidad pública", los manifestantes han empuñado pañuelos blancos y han proferido gritos contra "el plan de destrucción de la Atención Primaria" que, según los convocantes, promueve el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Protesta también contra la precariedad laboral de algunos profesionales y por los largos tiempos de espera para la atención primaria y especialidades.

"Hemos pasado de ser Premio Princesa de Asturias a ser considerados como unos vagos", aseguraba con indignación a EFE María Teresa Hernández, médico de familia en el distrito madrileño de Hortaleza desde hace 35 años. La situación actual de la sanidad madrileña es -asegura- "muy difícil", con retrasos de "más de horas" en su consulta, y exige que la consejería madrileña del ramo gestione "de una vez por todas" la sanidad en la región.

La doctora relata que, en una ocasión, tuvo que llevar al hospital, con sus propios medios y fuera de su horario laboral, a un paciente con una sospecha de tromboembolismo pulmonar porque había "más de siete horas de demora" en los servicios de ambulancia del 112. La protesta sigue su curso por las calles de Madrid y en ella participan muchas familias con sus hijos pequeños convocados por asociaciones vecinales de barrios y pueblos de Madrid.

La marcha cuenta con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, sindicatos, la Marea Blanca y partidos de la oposición, entre otros. La manifestación coincide con el último día de la huelga convocada por los sindicatos SummAT, Mats, CSIF, Afem y AME, que llamaron a los profesionales a secundarla del 11 al 13 de noviembre, tras la mantenida el fin de semana anterior.