• Viernes, 19 de abril 2024
  • ABC

COPE

Noticias

CAÑADA REAL

Llegar limpios a la escuela, el reto de los niños en la Cañada Real de Madrid

En el sector 6 de la Cañada Real de Madrid hay decenas de niños para quienes llegar limpios a la escuela será un verdadero desafío: se lo dificulta un camino de tierra de cinco kilómetros que se enloda con las lluvias del invierno y que varios de ellos deben recorrer a pie; la falta de energía y la escasez de agua, y el hecho, en algunos casos, de tener que sobrevivir entre escombros.

Agencia EFE

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 08:51

En el sector 6 de la Cañada Real de Madrid hay decenas de niños para quienes llegar limpios a la escuela será un verdadero desafío: se lo dificulta un camino de tierra de cinco kilómetros que se enloda con las lluvias del invierno y que varios de ellos deben recorrer a pie; la falta de energía y la escasez de agua, y el hecho, en algunos casos, de tener que sobrevivir entre escombros.

En el invierno lo pasamos mal porque hay muchos baches, se hacen charcos y los niños van al colegio con las zapatillas llenas de barro; aquí es difícil llegar limpios al colegio, cuenta a EFE Filomena de los Reyes, una madre de familia que vive en la parte no asfaltada de ese sector y que tiene en casa a tres escolares.

El 7 de septiembre es la vuelta al cole y las madres de los menores de este sector de la Cañada, el mayor asentamiento ilegal de Europa que se asienta en una vía de 14 kilómetros de largo y uno de ancho, expresan su preocupación.

El bus de la escuela no entra hasta este sector, entonces debemos dejarlos e ir por ellos a la entrada. Ahora no tenemos ni agua, ni luz y prepararlos para la escuela va a ser más complicado, acota Filomena.

Según el último censo de la Comunidad de Madrid, recogido en el Pacto Regional por la Cañada aprobado en 2017, hasta esa fecha vivían ahí 2.953 personas, de ellas 1.211 eran menores de edad. Desde entonces, según el Área de Familia, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid asegura a Efe que la Comunidad ha realojado a unas 150 familias.

Mi hijo tiene que caminar una hora para tomar el autobús de la escuela y lo hago caminar despacio para que no se ensucie mucho. Será igual que todos los años, comenta Fátima, otra madre, quien lleva 14 años en el sector junto a su familia.

Antes de que lleguen las primeras lluvias otoñales, las clases habrán comenzado con la escasez del servicio de agua potable en la parte alta del sector 6, que vienen denunciando los vecinos desde junio pasado, y que se ha sumado a la falta de luz eléctrica con la que toda la Cañada no cuenta desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Un problema que afecta a unos 4.000 vecinos.

No obstante, el Canal de Isabel II ha negado que se hayan hecho cortes del servicio de agua potable en ese sector.

La escasez probablemente sea por el excesivo consumo de agua de los que viven en la parte baja del sector 6. Eso impide que el servicio se extienda para todos, explica a Efe Conrado Jiménez, trabajador social de la Fundación Madrina, mientras señala piscinas inflables llenas de agua en la parte baja del sector.

Esta fundación recibe financiación de la Comunidad de Madrid para atender ese sector vulnerable y sus asistentes conocen de cerca las necesidades de la zona.

Traemos comida y herramientas para que estén calientes en invierno. Ahora no traemos agua. Traer agua en verano o leña en invierno ha sido muy arriesgado, porque es tan necesario que si no alcanza para todos se pueden formar problemas, narra Jiménez.

Además de preguntar por agua, las toallitas húmedas son de lo más solicitado. Las madres las piden porque cuentan que, con ellas y velas, se preparan para mantener limpios a los niños y enviarlos a clases.

Los niños, por su parte, piden mochilas que "traeremos a quienes prometen ir a la escuela, dice Lissette Vivanco, otra trabajadora social de la Fundación que ha detectado un alto absentismo escolar en la zona, y sobre eso las madres dicen a Efe que, ante la falta de luz, agua y el barro, prefieren no mandar sucios a sus niños a la escuela.

A ellos les da vergüenza ir sin bañarse a la escuela y nosotros no tenemos agua y si guardamos agua, no hay calentadores porque no tenemos energía, cuenta Pura, otra habitante.

Que los niños no vayan a la escuela es una preocupación para Madrina, porque, explican, al quedarse en casa, lo que tienen a su alrededor es precariedad y algunas escenas de venta y consumo de droga.

Madrid tiene un programa contra el absentismo escolar, que involucra a unos 200 niños de la Cañada Real, de quienes han detectado que han dejado de ir al colegio, según los últimos datos disponibles, que son los del 2021.

Una cifra que probablemente crezca en este retorno a clases, dicen los voluntarios de Fundación Madrina, en vista de que hay familias con niños cuyas viviendas han sido derribadas y al no ser reubicados, están pernoctando en medio de los escombros.

Ante ello, Bienestar Social indica que puede haber casos en los que se proceda a un derribo sin estar en el proceso de realojo, por ejemplo, si la edificación está en ruina. En cualquier caso, ante una situación de carencia sobrevenida de vivienda, cualquier familia de Cañada Real tiene acceso a los recursos de los Servicios Sociales municipales y recursos de emergencia.

Los derribos, sin o con previo aviso, los realiza la Comunidad de Madrid para recuperar ese suelo público que hasta ahora se sitúa en 109.255 metros cuadrados de terreno de 145 parcelas en el sector 6.

Radio en directo COPE
  • item no encontrado

En directo

Directo Poniendo las Calles

Poniendo las Calles

Con "El Pulpo"

Escuchar