La consejera de Salud de La Rioja, Sara Alba, ha detallado este viernes que se han identificado en la región 39 casos de coronavirus sospechosos de la cepa británica, que están pendientes de estudio y confirmación, aunque entiende que es "muy probable" que lo sean.

"No tenemos que llevarnos las manos a la cabeza por ello", ha añadido Alba durante su comparecencia en el Parlamento para informar sobre la situación de las medidas adoptadas por la pandemia en la comunidad.

Ha indicado que "hay que ser conscientes de que hay distintas variantes del coronavirus y que estamos preparados para detectarlas", a lo que ha sumado que "la transmisión no se origina en el propio virus y sus variantes, sino en las oportunidades que le demos, por lo que no debemos olvidarnos de las medidas anticovid en mucho tiempo".

En este sentido, ha recordado que el próximo lunes día 22 entrará en vigor en La Rioja el nuevo Plan de Medidas según Indicadores, que cuenta con seis niveles, en los que se recogen las actividades permitidas por municipios en función de la situación epidemiológica y la presión asistencial, entre otros factores.

Ha reconocido que las medidas restrictivas implantadas el pasado 22 de enero, que se levantarán el próximo lunes -como el confinamiento perimetral por localidades y el cierre de la actividad no esencial-, han sido "duras" y han tenido implicaciones económicas y sociales, como el agotamiento de la población, pero eran "necesarias".

La Rioja mantiene el cierre perimetral de la región y, desde el lunes, por ejemplo, permite las visitas a los centros de mayores, una a la semana de una hora o dos de media hora; y la apertura de la hostelería con un aforo del 30 % en el interior y del 75 % en el exterior y sin consumición en la barra. EFE.