Un gusano es capaz de descomponer el plástico con su saliva

Actualmente, el plástico se encuentra en casi todo lo que nos rodea: las envolturas de productos alimentarios, las bolsas de la compra, botellas de agua, etc. Es un problema para el medio ambiente el tiempo que tarda en descomponerse, ya que por sus características puede estar varios años en la naturaleza y seguir en perfecto estado. Por este motivo, aparte de la reducción de plásticos, los investigadores han estado estudiando si existe algún método biológico por el que se consigan degradar los plásticos. Este proceso es conocido como biodegradación y se relaciona con bacterias y hongos.

No obstante, muy pocos han tenido éxito en la descomposición de los polímeros (as moléculas del plástico), puesto que algunos plásticos, como el polietileno, son excesivamente resistentes. Sin embargo, el gusano de la cera (Galleria mellonella) ha aparecido como la mejor solución. Se trata de un insecto que se alimenta principalmente de la cera que fabrican las abejas. Hace tiempo, un equipo de investigadores del CSIC detectó que estos animales son capaces de descomponer el polietileno y ahora han detectado cómo pueden hacerlo. Su estudio ha sido publicado en la revista 'biorxiv'.

Solo con la saliva

Al parecer todo es mediante la saliva, en la que hay unas enzimas concretas capaces de descomponer las moléculas del plástico en un período corto de tiempo y sin que el material reciba ningún tratamiento previo (hasta ahora, debía pasar por un proceso de oxidación). Este hallazgo supone un gran avance en materia medioambiental, ya que podría solventar un grave problema que está perjudicando a nuestro planeta. La investigadora del CSIC en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB-CSIC) y directora del estudio, Federica Bertocchini dice que en condiciones normales, el plástico tarda meses o incluso años en degradarse.

Pero explica que han descubierto que las enzimas de la saliva del gusano de la cera realizan el principal paso: la oxidación del plástico, lo que permite que el proceso de degradación de los polímeros se acelere. Ella y su equipo de investigadores comprobaron, en un estudio anterior, cómo estos gusanos necesitan apenas una hora de exposición para eliminar los polímeros del plástico. Después de esto, han estado investigando el funcionamiento de los microorganismos que hay en el sistema digestivo de los gusanos. Finalmente, decidieron cambiar el objeto de su estudio y centrarse en la cavidad bucal de los insectos.

"Abre el camino a nuevas soluciones"

Fue en este momento en el que descubrieron que era la propia saliva la encargada de este curioso proceso: oxidar y descomponer a la vez. "Dentro de la saliva, identificamos dos enzimas que pueden reproducir el mismo efecto. Este es el primer informe de enzimas con esta capacidad, lo que abre el camino a nuevas soluciones innovadoras para la gestión de residuos plásticos a través del biorreciclaje/reciclado", explican los autores de la investigación. Resulta que las enzimas pertenecen a la familia fenol-oxidasas. Y es que los fenoles son unas moléculas que tienen las plantas y que emplean para defenderse de los insectos.

Para poder alimentarse sin ponerse en riesgo, los gusanos de la cera producen las enzimas fenol-oxidasas para oxidar los fenoles de las plantas y no verse afectados. Los fenoles también se encuentran presentes en algunos aditivos del plástico y, es por ello por lo que los gusanos podrían oxidar y despolimerizar el plástico. Aunque todavía queda por delante que los investigadores ahonden más en el tema, ya podemos decir que estamos un paso más cerca de eliminar el exceso de plásticos que hay en nuestro planeta.