Si uno mira la lista de las personas más ancianas de la historia, la francesa Jeanne Calment figura como número 1, con una edad de 122 años y 164 días. Son más de tres años más que la siguiente persona en la lista, la estadounidense Sarah Knauss, y casi 5 más que la tercera en la lista, la japonesa Nabi Tajima.

Oficialmente, Jeanne Calment nació el 21 de febrero de 1875 y murió el 4 de agosto de 1997, lo que la convierte en la única persona que habría superado los 120 años de edad. Durante toda su vida, vivió en las inmediaciones de la ciudad francesa de Arles. 

Calment saltó al primer plano mediático en 1985, cuando a los 110 años ingresó en una residencia de ancianos llamada "La Maison du Lac". Hasta ese momento, los conciudadanos de Jeanne desconocían que vivían tan cerca de semejante prodigio de la naturaleza. Desde entonces y hasta su muerte doce años después, la presencia mediática de Jeanne Calment se fue multiplicando.

Su nombre fue utilizado para promocionar el centenario de la visita de Vincent Van Gogh a la ciudad en 1986. Calment llegó a asegurar que había llegado a conocer al pintor neerlandés 100 años antes, cuando le vendió unos pinceles en la tienda de su padre. En los siguientes años, se convirtió en una celebridad en Francia y llegó a participar en la película Vincent et moi (Vincent y yo) e incluso en la grabación de un disco de rap.

La historia de Calment contiene muchos elementos que fascinan al que la lee. Nacida en el último cuarto del siglo XIX, vivió todas las grandes transformaciones de la época, sufriendo la Primera Guerra Mundial con casi 40 años y siendo una mujer de 65 cuando los nazis invadieron Francia en la Segunda Guerra. Sobrevivió a su marido, a su hija y su nieto, y se las apañó para vivir sola y en el anonimato hasta los 110 años. Fue una pionera feminista, siendo la única mujer en un club de caza exclusivamente masculino, a finales de los años 20. Fumaba y bebía, aunque pocas cantidades, hasta mucho después de los 100 años. Y además estaba encantada de charlar con todos los centenares de periodistas que venían de todo el mundo para conocerla. No extraña que Francia se enamorara de ella.

Pero un investigador ruso pone en discusión la versión oficial sobre la vida de Jeanne Calment. Nikolay Zak, miembro de la Sociedad de Naturalistas de Moscú, ha escrito un informe en el que acusa a la hija de Jeanne, Yvonne, de haber suplantado a su madre en los años 30.

Según esta investigación la verdadera Jeanne Calment habría fallecido en 1934, a los 59 años, y su hija Yvonne, nacida en 1898, se había hecho pasar por ella desde entonces hasta 1997, cuando murió a los 99 años.

Los argumentos que Zak utiliza para sustentar esta hipótesis son los siguientes: 

-Jeanne Calment es la persona más longeva de la historia, con una diferencia de tres años respecto a la siguiente de la lista. Una desviación extraordinaria si se compara con el resto de supercentenarios (personas de más de 110 años) de los que se tiene constancia. Jeanne empezó a ser estudiada ampliamente con 114 años, cuando la posibilidad de llegar a 122 años era inferior al 0,5%.

-Muchas personas, incluyendo varios médicos, aseguraban que el aspecto de Jeanne era el de una mujer 20 años más joven que ella.

-Nadie habló sobre la longevidad de Jeanne Calvent hasta que cumplió los 110 años. No existe ninguna mención ni ninguna celebración de su cumpleaños de 100.

-Cuando estaba en la residencia y comenzaban a realizarse investigaciones sobre su vida, Calment le pidió a un familiar que destruyera todas las fotografías y documentos que quedaban en su casa. 

-El aspecto de la joven Yvonne en las fotografías es muy similar al de la anciana Jeanne. De hecho, la que durante años se consideraba la mejor fotografía de la joven Jeanne corresponde en realidad a su hija Yvonne. 

-El pasaporte de Jeanne de los años 30 cifra su altura en 1,52 metros. 60 años después, con más de 100 años, rondaba el 1,50. Una pérdida de altura muy inferior a la habitual en ancianos.

-Después de la muerte de su hija Yvonne, Jeanne siguió viviendo con su yerno y su nieto toda su vida, hasta la muerte de ambos. 

-En diversas entrevistas, Jeanne llama a su madre, "su abuela", a su marido, "su padre". También recuerda haber sido acompañada al colegio por una niñera diez años más joven que Jeanne, pero 13 años mayor que Yvonne.

¿Por qué se haría pasar Yvonne por su madre?

Según la hipótesis de Zak, Jeanne Calment murió en 1934, con 59 años de edad. Su muerte se produjo poco después de la de su padre, Nicolas Calment, en 1931. Calment era un hombre de gran fortuna, especialmente en propiedades inmobiliarias, y a su muerte, la familia tuvo que pagar una gran cantidad en impuesto de sucesiones. Con la muerte de Jeanne, tres años después, la familia habría tenido que volver a pagar esos mismos impuesto de nuevo, por lo que habrían preferido fingir que la fallecida era la hija, para llevar a cabo un fraude fiscal. La única persona que certificó la muerte de Yvonne fue una mujer de 71 años llamada Joséphine Audibert. 

En 1965, Jeanne llegó a un acuerdo con el notario André-François Raffray, por el que ella recibiría un dinero cada mes a cambio de que su casa fuera para él después de su muerte. En aquel momento, Jeanne tenía oficialmente 90 años y una esperanza de vida de 3 más. Acabó viviendo 32 años más, y sobreviviendo al hombre con el que había llegado a un acuerdo.

El enigma podría solucionarse exhumando el cuerpo de Jeanne y realizándole una prueba de ADN. Una hipótesis muy improbable, ya que ni las autoridades ni los escasos familiares lejanos que tiene la francesa están por la labor de autorizar que sea desenterrada. Nunca sabremos si la mujer más mayor de la historia fue un prodigio de la naturaleza o simplemente un fraude.