Las sillas de retención infantil para el coche son los sistemas más fiables para proteger a los menores ante una posible colisión. Sin embargo, antes poder utilizarse, deben pasar por una serie de estudios y requisitos mínimos para que, finalmente, puedan ser utilizadas y garantizar así, la seguridad para nuestros más pequeños. Cada vez son más los avances aplicados en la fabricación tanto de automóviles como en todos los sistemas de protección que puede incorporar y cada vez son mayores las medidas que se emplean para garantizar una buena protección cuando se trata de viajar.

El RACE acaba de presentar el Segundo Informe Europeo de Sistemas de Retención Infantil (SRI) de 2021. En este segundo informe se han analizado 27 modelos de sillas para los niños. El informe, realizado junto con otros clubes y asociaciones automovilísticas, califica los SRI en función de varios parámetros fundamentales como son la seguridad, facilidad de uso, sustancias perjudiciales y ergonomía.

Veintisiete modelos homologados han sido puestos a prueba pero ninguna de ellas ha conseguido obtener la máxima puntuación, 5 estrellas y algunas de ellas (cinco concretamente) son las desaconsejadas: cuatro debido a su baja puntuación y otra por las sustancias nocivas de sus componentes.

Las desaconsejadas

En total son cinco las que el RACE desaconseja utilizar pero son cuatro las que no han conseguido ni siquiera la mitad de las estrellas necesarias para llegar a un mínimo para su uso.

Murphy (916) de Lettas - 2 estrellas: en las pruebas de choque frontal, el cinturón de hombro provocó un desplazamiento del cuello del maniquí y un corte profundo en el mismo. Por otro lado, en las pruebas de impacto lateral, la cabeza del maniquí impactó contra la puerta del automóvil.

Seat 4 Fix de Chicco/Seat4Fix Air de Chicco - 2 estrellas: frontalmente la fijación de la hebilla se salía del armazón del asiento y además, la sillitas se desplazaban demasiado hacia adelante con un mayor riesgo de lesiones al poder chocar contra el asiento delantero.

Oreo 360 de Osan - 1 estrella: es la silla con menos puntuación de toda la lista debido a las sustancias nocivas que posee. La funda de la silla de retención infantil no cumple con la normativa sobre sustancias tóxicas. La cobertura que está en contacto con el niño contiene un tipo de ftalato (plástico) que puede afectar a la glándula tiroides y a la pituitaria de los usuarios.

Tres LX de Nuna - 2 estrellas: no obtuvo buenos resultados tanto en seguridad como en uso y por eso, su mala puntuación. En las pruebas de choque lateral, el maniquí pudo mantener una posición segura pero en las de choque frontal, el cinturón provocó un corte en el cuello del maniquí.

Para empezar, cuando Karl Benz patentó el primer automóvil en el año 1886 ya pensó en muchas mejoras para la seguridad del mismo, pero ninguna fue enfocada en la seguridad de los pasajeros y mucho menos en la de los niños. Con el paso del tiempo, los propios usuarios utilizaban un saco para meter a los niños y atarlos al asiento con el objetivo de limitar su movilidad y de esa manera no estorbar al conductor.

Con el “boom” de Henry Ford el volumen de tráfico de automóviles aumenta y los accidentes por distracción empiezan a crecer de manera exponencial. Debido a esa gran cantidad de accidentes, se crea en 1930 la primera silla para bebés, en la que se piensa en la inmovilidad del bebé y no en su comodidad ni en cómo poder librarlo de las lesiones.

Hay que esperar hasta 1960 para ver la primera silla que tiene como función, exclusivamente, la protección de los más pequeños en caso de que se produzca un accidente. El creador fue un diseñador suizo, pero fracasó debido a la mentalidad de aquella época. En el 63 es Len Rivkin quien patenta el primer modelo de silla de coches para los niños y en el 70 empieza una campaña a nivel internacional para concienciar a la población de lo importante que es llevarla siempre en el vehículo.

¿Qué debemos saber?

No todos los SRI se adaptan igual a los diferentes modelos de coche ni las preferencias de familias y menores son las mismas. Por eso, la principal recomendación es informarse antes de realizar la compra de una silla. Hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:

El SRI debe permitir una instalación ajustada y estable en el vehículo; hay que asegurarse de que los cinturones van lo más rectos posible; los que tengan una homologación semi universal no se adaptan a determinados asientos del coche, vienen con una lista de modelos de coche que son compatibles y, por lo tanto, se debe revisar; el mismo manual del coche contiene instrucciones sobre qué SRI se adapta mejor a nuestro vehículo.