Escuelas Católicas (EC) ha acogido con cautela las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, que ha asegurado que el Gobierno no va a cerrar o atacar las escuelas concertadas, y ha expresado su temor a que "se pongan nuevas trabas a la existencia de los conciertos".

En un comunicado, EC señala que espera que la oferta de diálogo lanzada por la Ministra en su comparecencia de hoy ante la Comisión de Educación del Congreso se concrete pronto para disipar dudas todavía pendientes.

Entre estas dudas cita el papel de la demanda social en la programación de puestos escolares y "la imprescindible competencia de las patronales y los sindicatos sobre las condiciones laborales del profesorado de centros privados concertados".

La Federación insiste en que las redes pública y concertada son complementarias, ya que ambas garantizan el derecho a la educación y asegura que se puede defender la escuela pública sin ir contra la libertad de enseñanza, que "incluye el derecho de elección de centro por parte de las familias".

Desde Escuelas Católicas urgen a Celaá a celebrar reuniones para abordar estos asuntos y el resto de problemas que afectan al sistema educativo.