Cuando Anna González perdió a su marido decidió que su muerte no podía quedar impune por una ley tan obsoleta como injusta. No era sed de venganza, era la necesidad de cambiar las cosas. Su marido murió en el acto atropellado en 2013, por un camión que se dio a la fuga. “No puede ser que me separe de la muerte un metro y medio”, explica Anna en una campaña que protagonizó para la DGT. Hoy el Senado aprueba un endurecimiento de la ley para aquellos que se den a la fuga tras un accidente de tráfico. La lucha #porunaleyjusta llega hoy a su fin y cumpliendo la máxima como ella dice que “quien la hace, la va a pagar”.

Desde hace seis años la lucha de Anna ha pasado por la recogida de firmas, más de 250.000 para pedir ante el Congreso de los Diputados una reforma de la Ley del Código Penal para que no pase lo que hasta ahora. “ Tú hasta ahora si te atropellan en un paso de cebra en la Gran Vía, como hay muchas personas que te podían atender, no pasaba nada, ese conductor no tenía ninguna responsabilidad, se podía marchar sin dejar sus datos quedando impune y a partir de ahora eso va a estar penado”, explica Anna en COPE. La realidad es que la ley solo contemplaba delito por omisión de socorro si el atropellado estaba con vida y no había nadie alrededor que le pudiera atender, además todo se tramitaba por la vía administrativa y no penal. “Tú tienes que estar protegido por el Estado, te mandaban a la jurisdicción civil y además de como víctima con tus daños físico y psicológicos tenías que asumir las costas del proceso, si perdías el juicio, te tocaba pagarlo todo, esto va a cambiar con esta nueva ley”.

La ley ha sido una iniciativa impulsada por el PP en el Congreso que sólo contó con el apoyo de Podemos, pero que en la tramitación de la Cámara Alta sin ninguna enmienda y con la mayoría absoluta del PP, ha salido adelante. Se agravan las penas por las imprudencias derivadas del exceso de velocidad y el consumo de alcohol y drogas, o con exceso de velocidad castigado con penas que podrían elevarse uno o dos grados más si el conductor causa la muerte o lesiona a dos o más personas, de manera que el máximo sería nueve años de cárcel si el número de fallecidos fuera. El segundo supuesto es la imprudencia menos grave, en donde será el juez el que estipule si el accidente se produjo por una infracción grave de las normas de tráfico y en caso afirmativo, los conductores que causen lesiones que requieren tratamiento médico o quirúrgico serán castigados con una multa de tres a 12 meses y hasta 18 meses en caso de homicidio.

Se penará con entre seis y cuatro años de prisión una nueva figura penal, el delito de abandono del lugar del accidente por parte del conductor que lo haya causado. El 90% de los accidentes quedaban impunes con la actual ley.

Anna ha confesado que hoy se puede quitar la mochila de esta lucha. Llegará a su casa, desconectará el móvil y volverá a su vida sencilla lejos de políticos, leyes y periodistas porque ha demostrado que #porunaleyjusta tenía sentido. La muerte de su esposo no quedará en el olvido, sino que permitirá no olvidar.