Un estudio ha observado que emparejar pacientes con cáncer de mama con mujeres que han superado la enfermedad mejora la calidad de vida de las primeras y reduce la percepción de algunos síntomas, como el dolor.

Ante el miedo y la incertidumbre del diagnóstico de cáncer de mama y el inicio del tratamiento de quimioterapia, muchas pacientes experimentan síntomas de depresión y ansiedad generalizada, lo que puede afectar su percepción de los síntomas físicos y la tolerancia al tratamiento.

En este contexto, la unidad de enfermería del IOB, el instituto oncológico del grupo privado QuirónSalud, constató que compartir experiencias con otras personas que han pasado por la misma situación podría tener un impacto emocionalmente positivo.

Por ello impulsaron el Programa Twin, para emparejar enfermas y expacientes, e iniciaron un estudio piloto para evaluar si podría tener un efecto positivo.

En el estudio participaron 55 pacientes, de las cuales 38 fueron incluidas en el grupo experimental y emparejadas con otra persona recuperada, y el resto, 17, no recibieron acompañamiento.

Para hacer las parejas, los investigadores tuvieron en cuenta variables como la maternidad, la edad, la situación familiar y las afinidades, para garantizar una conexión sólida entre las parejas.

Una vez establecidas las parejas, los acompañamientos se llevaron a cabo de forma presencial, telefónica o en línea, para favorecer una mayor flexibilidad.

Cuando se analizó la calidad de vida en base a los síntomas que presentaron las participantes del grupo experimental, los autores del estudio observaron que las pacientes acompañadas presentaban una mejor calidad de vida y una mejor tolerancia de síntomas como la mucositis (inflamación de la mucosa de la boca y la garganta) o el dolor.

En el grupo de acompañamiento, un 79 % de las pacientes aseguraron que en mayor o menor medida el programa les había ayudado a disminuir la ansiedad durante el tratamiento.