El 21,7% de los jóvenes son emprendedores potenciales y quieren marcar una diferencia en el mundo a través de sus negocios. Así lo recoge el último informe anual del Observatorio del Emprendimiento en España. La posibilidad de independizarse y la lucha por las causas sociales son los principales motivos que impulsan el emprendimiento juvenil. Pero el camino no es fácil. De hecho, solo el 4,5% acaba montando realmente su proyecto empresarial.

Miryam Viñas tiene 23 años y está creando una marca de ropa interior sostenible: “El objetivo es crear un producto diseñado por y para mujeres, independientemente de su color, edad y talla, que nos empodere y nos haga sentir seguras”, resalta. Bajo el paraguas de la sostenibilidad y el “hecho en España”, esta joven diseñadora apuesta por reutilizar prendas lanzando un mensaje acorde con las metas sociales actuales.

La creación de empresas se ha digitalizado con la pandemia. Ahora, crear una empresa resulta más sencillo y económico que años atrás. Y el confinamiento ha permitido desarrollar ideas que se han convertido en posibles soluciones empresariales. “No hay que perder de vista que la respuesta a la pandemia está acelerando las oportunidades asociadas a la denominada “doble transición” que lidera la Unión Europea –digitalización y sostenibilidad–”, destaca el Director General de Industria y de la PYME, Galo Gutiérrez.

La originalidad y la inquietud marcan el espíritu del joven que emprende. Pero no es lo mismo empezar con una idea y un tamaño empresarial pequeño (una o dos personas) que querer dar el salto al mercado con una vasta financiación, tal y como explica a COPE Cecilia Murcia, una de las colaboradoras durante varios años del Observatorio del Emprendimiento en la Comunidad de Madrid.

La formación y la financiación, claves del fenómeno emprendedor

La búsqueda de inversores es una de las dificultades más comunes entre los jóvenes emprendedores de 18 a 24 años de edad. En muchas ocasiones, la falta de formación financiera impide llevar a buen puerto sus iniciativas, y esto puede frenar su carrera contra el paro. “El

emprendimiento es una buena alternativa como opción de vida, pero no podemos decir, de forma simplista, que va a acabar con el desempleo juvenil”, señala Murcia. De hecho, el estudio demuestra que a la juventud emprendedora le mueve más la posibilidad de tener autonomía e independencia que el hecho de frenar el desempleo propio de esas franjas de edad.

Carlos Carrillo es un buen ejemplo como emprendedor. Madrileño de 22 años, está montando su propio proyecto en el mundo deportivo. Lo que le ha llevado a dar este paso son las ganas de conocerse a sí mismo, saber cuáles son sus cualidades y el querer arriesgar. “Otro factor muy importante en mi decisión es la capacidad de coger las riendas de la vida y poder ser el dueño de lo que haces sin tener que depender de nadie. Tener esa flexibilidad y libertad para construir tu propio futuro”, relata con emoción.

La pandemia ha favorecido el emprendimiento social y digital en los más jóvenes. Pero los indicadores demuestran que aún existen grandes barreras que les impiden transformar sus ideas en soluciones rentables y duraderas.