¿Dormir con las persianas subidas o bajadas? Estos son los efectos que puede tener en la salud
La exposición a la luz hace que aumente la frecuencia cardíaca. Por ello, dormir con una luz moderada o tenue hace que nuestro cuerpo se mantenga activo y no descanse correctamente

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dejar la persiana subida o bajada es un hábito muy común que todos adoptamos a la hora de irnos a dormir. Pero, ¿Cuál de las dos opciones es mejor, tiene algún efecto sobre la salud? La luz proveniente del exterior y los ruidos pueden afectar seriamente a nuestro descanso, ya que no somos capaces de conciliar el sueño y dormir las horas necesarias. Según la Unidad del Sueño del Ministerio de Salud, hay al menos un 30% de la población española que sufre de insomnio, una cifra que se ve aumentada en verano, cuando tendemos a combatir el calor con las ventanas abiertas y las persianas subidas. Esto se debe a que estamos expuestos a más horas de luz y a las altas temperaturas, dos factores que afectan al sueño.
La luz y la oscuridad son claves en la regulación de nuestro organismo, ya que le indican cuando debe estar activo y cuando descansar. Los expertos aseguran que dorrmiremos mejor si estamos en una habitación bien aislada del ruido y la luz. Cuando la iluminación disminuye, el cuerpo segrega melatonina, la hormona que induce al sueño. Por lo tanto, es necesario favorecer las condiciones ambientales para que ese sueño se de satisfactoriamente. Sin embargo, el mantener las persianas subidas y las ventanas abiertas hace que se cuele el luz y el ruido de la ciudad, provocando que sea más complicado dormir.
Evitar las pantallas en la cama
La iluminación hace que nuestro cuerpo se despierte, porque piensa que es de día y debe empezar a funcionar, así que deja de segregar melatonina. Pero no solo ocurre esto cuando la luz que nos incide es externa, si no que la propia claridad de nuestra habitación puede generar el insomnio. Desde la llegada de los teléfonos móviles y las redes sociales, son muchos los individuos que antes de acostarse revisan sus teléfonos tumbados en la cama. Sin embargo, los ritmos circadianos (regulan nuestros ciclos de 24 horas) son más sensibles a la luz de onda corta, que es la que emiten las pantallas. Por este motivo, lo mejor es no tener a nuestro alrededor ninguna tecnología (televisión, móviles, tabletas, ordenadores, etc.) cuando tengamos que dormir, así como estar una hora antes de acostarnos sin utilizarlas.
Además, estos no son los únicos efectos negativos que interrumpen nuestro descanso. Un estudio realizado por científicos estadounidenses demuestra que la exposición a una luz moderada aumenta el riesgo de padecer patologías cardíacas o diabetes. Durante el día, estar bajo la luz solar nos aumenta el ritmo cardíaco, porque se activa el sistema nervioso simpático, que hace que se aceleren las pulsaciones para mantenernos activos. Al igual sucede cuando dormimos en una habitación iluminada, aunque estemos dormidos nuestro sistema nervioso continúa funcionando.
Dormir con luz puede causar diabetes
A su vez, detectaron que había una resistencia a la insulina por la mañana tras haber dormido bajo una exposición de luz moderada. La resistencia se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no son capaces de absorber la glucosa de la sangre, porque no responden bien a la insulina. El resultado es que el páncreas genere más insulina para ayudar a que la glusoca pueda entrar en las células, lo que hace que con el tiempo el nivel de azúcar en sangre sea elevado. Un estudio previo ya había comprobado a través de un experimento que las personas que dormían en una habitación iluminada tenían más sobrepeso.
Los investigadores decidieron llevar a cabo su propio experimento en el que observaron a participantes que dormían con una luz moderada y otros con luz tenue. Detectaron que la luz moderada hacía que el cuerpo aumentase su frecuencia cardiaca y entrase en un estado mayor de alerta. Por lo tanto, la fuerza con la que el corazón se contrae también es mayor. Con este hallazgo, los científicos han verificado que es más sano descansar por la noche sin ningún tipo de iluminación y que, son más dañinas las blancas y azules.