De día o de noche, ¿a qué hora me da menos pereza salir a correr?

Encontrar el punto exacto de activación del cuerpo es fundamental para obtener el mayor rendimiento a la hora de realizar cualquier actividad física

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Puede que resulte una obviedad el hecho de afirmar que entrenar a cualquier hora del día siempre es mejor que no hacer nada de ejercicio. No obstante, hay dudas respecto a cuál sería el mejor momento o el más óptimo para hacer ejercicio, ya que a día de hoy existen numerosos estudios publicados respecto a la primera o la última hora e incluso se relaciona el entreno con el ayuno o con según se trate de fuerza o cardio. Algunas teorías avalan que es preferible por el día por la activación y otras, en cambio, por la tarde por la reducción de lesiones y la mayor eficiencia de los ejercicios. En conclusión, cada estudio dice una cosa distinta, lo cual resulta en la creación de un desconcierto entre la población fruto de la falta de información verídica y bien explicada para cada caso.

Es por todo esto, como si de un ciclo se tratase, que la divulgación de ideas sobre el asunto, a cada cual más dispar, no solo es a nivel profesional, sino que también en un ámbito coloquial cualquiera da su idea basada en un información que, en muchas ocasiones, no es del todo correcta dadas las fuentes. Quién no ha escuchado alguna vez comentarios del tipo en un grupo de amigos o conocidos. Llegados a este punto, cabe replantearse lo que dirá la ciencia del deporte sobre este asunto.

Los estudios del deporte

Atendiendo a los mismos, cabe resaltar que los informes esclarecen que el ejercicio matutino puede activar ciertos genes en las células musculares. Esto resulta en un aumento su capacidad para metabolizar el azúcar y la grasa. Esta es una idea en desarrollo, ya que los científicos advierten de que este hallazgo requiere más investigación. Asimismo, cabe resaltar que los mismos hablan de que esto podría ayudar a las personas con sobrepeso o que padecen diabetes tipo 2.

En lo relativo al entrenamiento nocturno, es necesario expresar que este emplea menos oxígeno, convirtiéndolo en más eficiente y mejorando el rendimiento atlético, lo que puede ser una gran ayuda para los competidores serios, como demuestran estudios realizados en pruebas de gran intensidad. Es decir, test realizados a deportistas de alto rendimiento tales como ciclistas o futbolistas. Los ritmos circadianos también evidenciarían que la recuperación es más rápida por la tarde.

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La variación según el entrenamiento

"En realidad, no hay diferencias muy significativas sobre el papel entre realizar un entrenamiento por la mañana y por la tarde. Esto va a depender del individuo", expresa el entrenador profesional especializado en entrenamiento de fuerza, Howard Rojas. Pese a ello, este reconoce que por la mañana se activan más las grasas en entrenamientos cardiovasculares porque los depósitos de glucógeno están vacíos: "A un ritmo medio o suave, como cuando salimos a caminar, activas la termogénesis".

Pero los factores que determinan estas cuestiones son variados. Entre estos vamos a destacar los niveles de cortisol, la hormona que regula nuestro nivel de estrés. Su funcionamiento se basa en que por el día se dan ciertos picos, lo que resulta en un momento ideal para hacer: "Depende de cómo se sienta la persona y si ha descansado correctamente, entrenar por la mañana es una buena opción porque el cortisol se eleva a primera hora y va disminuyendo en el día para que la melatonina favorezca el descanso", agrega.

Desgranando estas declaraciones, cabe explicar que a primera hora se activa muy bien el organismo, con ejercicios como nadar o correr. En un aspecto más profesional, si buscamos optimizar los resultados, lo idóneo es a media tarde, manifiesta Rojas: "Un entrenamiento de fuerza no es óptimo por la mañana pues no se ha consumido la suficiente cantidad de hidratos de carbono y no se logra utilizar esa fuente de energía en el entrenamiento", alega el entrenador en el aspecto de la alimentación.

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Nuestros ritmos vitales

Otro aspecto a tener en cuenta sobre los entrenos son los ritmos circadianos. Estos siguen un ciclo aproximado de 24 horas en las que tenemos una serie de cambios físicos. La explicación de esto parte de la luz del día y a la oscuridad y determina nuestro nivel de activación corporal: "Debemos prestar atención a estos biorritmos porque el deseo de entrenar por la mañana no tiene sentido si nuestro ritmo de vida es salir muy tarde del trabajo y apenas hemos dormido cuatro horas. No será óptimo", ratifica Rojas.

"Entrenar la fuerza con mucha temperatura corporal es difícil porque nuestro sistema nervioso central se ve afectado y podría bajar nuestro nivel de energía. Cuando hace demasiado calor, como estos pasados días donde se alcanzaban altas temperaturas en plena ola, yo recomiendo entrenar la fuerza a primera hora o a última del día y también modificaría el tipo de entrenamiento, con otra estrategia donde no vayamos a un máximo y elevando el estrés con un cansancio que se arrastre día tras día", añade el especialista sobre los otros factores que afectan al rendimiento.

Entonces, ¿cuál es la mejor hora para entrenar?

"Por la mañana te activas mejor y por la tarde puedes rendir más, en definitiva. La clave es no entrenar demasiado tarde para no ir a la cama alterados", responde el instructor al ser preguntado por dicha cuestión. Asimismo, este recuerda que también aconseja buscar un momento mental para potenciar el entrenamiento antes de calentar, como poner música que nos anime, y otro final de relajación para volver a la calma.

La importancia del reloj biológico, también fundamental para el experto: "Usa tu reloj biológico como estrategia para detectar en qué momento del día estás más activo y así aprovechas esa energía en lugar de perderla".

Como conclusión, es posible evidenciar que, en base a la información del especialista, encontrar ese momento óptimo en el que cada persona debe entrenar es algo variable y adaptable: "Las rutinas se deben ajustar a nosotros. Tanto a los horarios que tenemos disponibles como a nuestra capacidad y nivel de energía. Lo ideal es que entrenes por la mañana o por la tarde dependiendo de cómo te sientes". Howard Rojas concluye lo siguiente:

Herrera en COPE

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