Tal y como ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT), este año se establecerán nuevas condiciones para desarrollar los exámenes psicotécnicos, el que es necesario tener aprobado para tener el carné de conducir.

Estos cambios vienen impulsados por las nuevas tecnologías. Según la DGT, habrá cambios respecto al sistema de pruebas, además del tipo de tecnología que se utiliza para llevar a cabo esta prueba en los diferentes centros homologados.

Además de para implementar pruebas más modernizadas por los avances tecnológicos, el objetivo es que todos los centros de homologación tengan los mismos criterios de evaluación. De la misma manera que se busca facilitar las herramientas necesarias para poder tener en cuenta los avances de la medicina y la tecnología al volante.

"Dar un nuevo enfoque centrado en facilitar la labor de cribado, ofrecer criterios y puntos de corte para simplificar la toma de decisiones sobre la aptitud y potenciar la intervención preventiva del CRC trabajando el consejo preventivo", dice Enrique Mirabet, médico de un Centro de Reconocimiento para 'La Gaceta'.

La primera modificación prevista está orientada para la renovación del carnet de los mayores de 65 años y se está revisando ya para incluirla en la Estrategia de Seguridad Vial 2030 que llegará en 2023. En primer lugar, se plantea acortar los plazos, pero también una evaluación médica y psicotécnico específico para los conductores de avanzada edad. Siendo este nuevo protocolo de exploración más completo y obligatorio para todos los conductores, independientemente de la edad.

Estos son algunos de los pasos que deberá seguir el examinador:

Observar: El médico tendrá que prestar atención a cada detalle como su forma de caminar, el gesto al sentarse o la actitud al vestirse o desvestirse. Al igual que es importante tener en cuenta su capacidad de atención ante las preguntas y su forma de responderlas.

Riesgo: Prestar atención a las condiciones personales y profesionales del conductor para conocer su está más expuesto al riesgo por la cantidad de tiempo que pasa frente al volante.

Datos personales: El médico debe apuntar algunos datos personales del conductor como la profesión o para qué utiliza normalmente el coche. Además de la informacón habitual como la edad, tipo de permiso, kilómetros anuales o si ha sufrido siniestros graves.

Exploración clínica: Se tienen en cuenta alteraciones analíticas, aspectos como insuficiencia renal, enfermedades metabólicas y endocrinas o evaluación del sistema nervioso.

Todas estos pasos se incluyen a los ya existentes en los años anteriores, por lo que, además de todo lo mencionado anteriormente, el conductor debe someterse a un análisis locomotor, la exploración oftalmológica y auditiva, cardiovascular o evaluación psicológica. Aunque se ha determinado un examen psicológico más exhaustivo.

Se presta más atención a aspectos como la demencia, trastornos amnésicos o psicóticos, trastornos del estado de ánimo, del sueño de la personalidad, déficit de atención... Incluyendo un apartado de análisis para los trastornos derivados del consumo de sustancias. Asimismo, se establecen puntos de corte para clasificar la habilidades, como en el caso de la agudeza visual, y uso de códigos de restricción en función de la discapacidad.