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Cuidado con la kombucha: el riesgo de preparar la bebida de moda en casa

Se le atribuyen numerosas propiedades, pero conocer los efectos secundarios y riesgos que también se le relaciona, es, incluso, más importante

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Tiempo de lectura: 5'Actualizado 09:38

La kombucha es un té que se obtiene de la fermentación de una colonia en simbiosis de bacterias y levadura, conocida como SCOBY, cuyo aspecto es gelatinoso. Esta colonia se puede multiplicar de manera indefinida si se alimenta de manera adecuada. Conocida antiguamente como “hongo de la inmortalidad”, sobre todo en China, o también “hongo del té”, donde es una bebida tradicional y ritual para algunas etnias de las zonas.

Los microorganismos encargados de fermentar el té azucarado para dar lugar a la, finalmente, bebida se le conocen como “hongos kombucha”. En el comienzo del proceso de fermentación participan diversos tipos de microbios pero, con el transcurso de los días, solo sobreviven los que conforman el cuerpo gelatinoso de la Kombucha. Todo el resto muere debido al alto grado de acidez y las sustancias antibióticas que se han ido segregando.

Historia de la Kombucha

El origen de la Kombucha es incierto, aunque existen varias teorías que podrían ser compatibles. Una de ellas afirma que la bebida y el nombre tienen un origen japonés, ya que “kombu” significa alga y “cha” quiere decir té. En Japón, por ejemplo, kombucha significa una sopa de algas y a la bebida se le conoce como kocha-kinoko, que significa té rojo. Otra de las teorías que explica su origen está basada en Rusia y procedería de la palabra rusa “kombuja”, que es el nombre que le dieron a un hongo originario de la región de Manchuria.

La teoría china es la más aceptada de todas y la que más registros históricos acumula. Algunos historiadores y expertos han encontrado menciones al hongo del té del año 206 a.C. en plena dinastía Han. En Europa y en Estados Unidos se empezó a popularizar mucho después, en torno al siglo XX y entró en los supermercados en la década de los 90.

Se dice que los Samuráis tomaban un té especial a partir de un tipo de hongo que se piensa que sería la Kombucha, y lo utilizaban ya que les daba energía para las batallas. A finales del siglo XIX empezó a ser transportada. Llegaba de Ucrania y Rusia. Fue ganando peso y, poco a poco, fue siendo más conocida. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, fue cuando se extendió por completo. Sin embargo el té y el azúcar estaban muy escasos, por lo que después de la Guerra, cuando la Kombucha resurgió entre la élite italiana y se empezó a popularizar otra vez a través de toda la Europa Oriental.

En la década de los 60 es conocido en EEUU y en los hogares estadounidenses, especialmente los de California, elaboran Kombucha con amigos con regularidad y eso fue llamado el “Groovy tea”, y además, en esa misma época se realizaron varios estudios donde se comparaban los beneficios para la salud con los del yogurt. Los 90 fue un punto de inflexión con la fundación de GT´s Kombucha, una empresa familiar que inicialmente se vendía a tiendas naturistas locales. Tras descubrir el efecto de la Kombucha sobre el cáncer, GT Dave estableció la primera y más grande marca de Kombucha en la industria.

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¿Cuál es su composición?

La composición presenta los siguientes ingredientes: té, azúcar y bacterias vivas. Como resultado de la fermentación alcohólica, algunas versiones pueden contener trazas de alcohol que van desde el 0,5% hasta el 2%. Además, como consecuencia de la fermentación contiene dióxido de carbono. El rango de azúcar se sitúa entre un 2% y un 7%. Tener un 7% de azúcar, la máxima cantidad, significa que una ingesta de 300 ml de Kombucha al día supone unos 21 gramos de azúcar y la OMS, recordemos, recomienda no superar los 25 diarios.

Propiedades y beneficios

Sus múltiples, pero los más conocidos y populares son los siguientes:

Tiene propiedades antioxidantes ya que es una bebida rica en polifenoles. Estos compuestos cumplen en el organismo una función antioxidante y poseen efectos antiinflamatorios. Son perfectos para combatir la diabetes y la obesidad, así que si acompañas la Kombucha con una dieta sana y equilibrada, estarás limpiando el organismo para sentirte mejor. Se caracteriza por ser una bebida rica en agua, vitaminas y minerales. Todos estos componentes, lo que hacen es hidratar el organismo de forma completa.

En el proceso de fermentación se produce un ácido acético, una sustancia capaz de combatir y eliminar diferentes microorganismos y bacterias que se hallan en el organismo.

Tiene también varios efectos positivos sobre las bacterias que refuerzan la microbiota intestinal. Y hace que puedas tener un mayor equilibrio y que puedas regular de mejor manera la flora intestinal. Es una bebida que combate el estreñimiento y todos los problemas asociados con este trastorno.

Ayuda a reducir el colesterol ya que, esta bebida, logra reducir los marcadores del colesterol malo y aumenta los del colesterol bueno. Si se hace a través de té verde, se reducen los riesgos de sufrir un problema o una enfermedad cardiovascular con el tiempo. Es una de las mejores opciones para el hígado y los riñones y estimula las enzimas hepáticas para eliminar más fácilmente los compuestos tóxicos.

Y como no podía ser de otra manera, una de las bebidas más saludables en la actualidad, muy baja en calorías. Apenas contiene 30 calorías por cada 100 mililitros. No obstante todo dependerá del sabor que se le añada. Como hemos mencionado, su método de elaboración es muy parecido al del yogurt casero, pero en vez de utilizar leche se emplea el té como ingrediente principal.

Riesgos de la Kombucha, ¿por qué no es lo que parece?

Muchos de los efectos secundarios se desconocen, y prepararlo en casa sin ningún tipo de medida puede producir riesgos para la salud. Muy atento a los siguientes riesgos que muchos de los expertos, entre ellos dentistas, recomiendan evitar.

Algunos dentistas no recomiendan su consumo, y si se hace, se debe realizar de forma moderada. Como alertan muchos de ellos, el efecto de esta bebida fermentada sobre los dientes es similar al de los refrescos (y los azucarados tienen en torno a un 10% de azúcar como poco. Según explican muchos dentistas, el problema está en la acidez de esta bebida ya que algunas variedades de sabores llegan ya bien cargadas de azúcar. Por lo tanto, el efecto que genera eso es similar al de las bebidas energéticas y al de los refrescos con los peligros de caries, gingivitis o manchas en el esmalte de los dientes.

Los mayores riesgos de la Kombucha están relacionados con el contagio con microorganismos, si no se elabora correctamente y siguiendo una serie de medidas higiénicas específicas. No es recomendable para personas inmunodeprimidas o que tengan algunas deficiencias en el funcionamiento del sistema inmunológico.

Una precaución muy importante sería no utilizar recipientes de cerámica en su preparación, ya que contiene plomo y el té lo va absorbiendo en pequeñas cantidades que se acumulan y a la larga provocan incluso un envenenamiento, más o menos grave, y tampoco sirven los metálicos ni los de plástico.

Hay que estar muy atentos a la hora de realizarla, si la vamos a hacer nosotros. Puede afectarle unas larvas procedentes de los huevos de las moscas de la fruta. Se evitan tapando el té con un pequeño paño de algodón. y el problema se encuentra en que, a veces, se cuelan en la parte del proceso en el que se requiere dejar el agua con el té y el azúcar al aire para que se pueda enfriar lo antes posible antes de incorporar el fermento. Se han producido, aunque hayan sido pocos y muy raros, algunos casos de reacciones alérgicas, y los síntomas son parecidos a los de un resfriado o gripe.


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