Celeste Muñoz, historiadora: "España quiso mantener Guinea como colonia diciendo que era una provincia tan española como Albacete"
La historiadora Celeste Muñoz desvela en una entrevista con David Cot la estrategia de Franco para eludir la descolonización de Guinea ante la ONU
Celeste Muñoz, historiadora, en el vídeo
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La famosa frase que aseguraba que Guinea era una provincia "tan española como Albacete" fue en realidad una "estrategia de maquillaje hacia el exterior". Así lo ha explicado la historiadora Celeste Muñoz en una entrevista concedida a David Cot para el canal de divulgación histórica lahistoriaespana. Según Muñoz, el franquismo ideó esta solución como un intento desesperado de frenar la independencia del territorio africano tras la entrada de España en las Naciones Unidas en 1955, lo que la obligaba a informar sobre sus planes de descolonización.
La 'vía portuguesa' como modelo
Al entrar en la ONU, España se encontró con la obligación de dar cuentas sobre su imperio ante el comité de descolonización. Para evitarlo, "va a resolver como Portugal y va a seguir la vía portuguesa", señala Muñoz. El país luso había argumentado que no tenía colonias, sino "provincias de ultramar" que eran tan portuguesas como Lisboa. Esta maniobra, que la historiadora considera "un intento a la desesperada", buscaba eludir temporalmente las exigencias internacionales, sobre todo tras la pérdida de Marruecos en 1956, la "joya de la corona" del discurso africanista que supuso un duro golpe para el "orgullo herido como nación imperial". El objetivo era "mantener ese pequeño imperio hasta el fin", como evidencia la historia del primer territorio que quiso ser español.
La ley se estudia a través de su práctica, no a través de su existencia"
Historiadora experta en colonialismo español
Una igualdad solo sobre el papel
La ley de provincialización de 1959 obligó a realizar cambios legales para mantener la ficción. Se eliminó el sistema de segregación y "todo el mundo va a tener DNI español", explica la historiadora. Sin embargo, este documento no otorgó plenos derechos de ciudadanía ni nacionalidad, como demuestran las reclamaciones judiciales actuales de comunidades guineanas y saharauis. Para Muñoz, esto prueba que no fue una provincialización real, ya que, como ella misma afirma, "la ley se estudia a través de su práctica, no a través de su existencia".
Sello postal de Fernando Po (posteriormente Guinea Ecuatorial) que representa un sello antiguo y el escudo de armas.
A nivel económico, el franquismo "va a invertir muchísimo más en Guinea", lo que se tradujo en un notable crecimiento. No obstante, la desigualdad siguió siendo "escandalosa". La historiadora cita datos como una diferencia de sueldo que podía ser de "400 dólares frente a 150" entre colonos y población local, y la distribución de la tierra siguió en las mismas manos. Aunque se equiparó la legislación, en la práctica "van a persistir las mismas desigualdades y prácticas de discriminación", en un territorio estratégico en Asia que llegó a ser español como se puede leer en este artículo.
Guinea va a tener que mandar procuradores africanos a las Cortes"
Historiadora experta en colonialismo español
Participación política en una dictadura
La provincialización también forzó una mayor participación política de la población local. "Guinea va a tener que mandar procuradores africanos a las Cortes" y constituir ayuntamientos con personas africanas, detalla Muñoz. El régimen sabía que la descolonización era inevitable y con esta medida buscaba "crear élites" y "cuadros del sistema" que permitieran mantener un sistema neocolonial tras la independencia para proteger los intereses económicos españoles, una intención que, según la historiadora, "no se va a conseguir". El objetivo era asegurar la influencia en el país, como la que tuvo el país que dio nombre a América.
Mujeres negras africanas protestan contra las violaciones, secuestros y violencia contra niños y mujeres perpetrados por las fuerzas militares de Guinea Ecuatorial en Annobón.
Celeste Muñoz subraya la particularidad de este proceso: la participación política se dio en los mismos términos que en el resto de España, es decir, la que "una dictadura ofrece, que es nula". La actividad estaba subordinada a la democracia orgánica franquista y no existía pluralidad. De hecho, los grupos nacionalistas ecuatoguineanos tuvieron que marchar "al exilio en el año 59, 60, 61" y las disidencias políticas fueron reprimidas, culminando en el asesinato de figuras como Acacio Mañé a manos de la Guardia Civil.
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