Sergio Martínez y sus dos socios tardaron más de un año en dar con la fórmula. Buscaban sofisticar la conducción ósea del sonido para aplicarla a unas gafas de sol que no aislaran del sonido ambiente. Los tres emprendedores eran muy conscientes del peligro al que se someten corredores, ciclistas o cualquier persona que circula por la calle escuchando música con unos auriculares. "El sonido te envuelve y estás ajeno a los estímulos externos que te rodean", recuerda Sergio.

Es más, circular en esas condiciones subido en un patinete eléctrico, por ejemplo, conlleva una multa por circular con riesgo para la seguridad vial. Motivo más que suficiente para que estos emprendedores se pusieran manos a la obra y crearan las 'Mystic Volt', unas gafas con las que puedes escuchar música, la radio o incluso coger llamadas.

¿Qué tecnología las hace funcionar?

Las patillas poseen unos sensores que se apoyan sobre los huesos del cráneo y que conducen el sonido hasta el nervio auditivo. "El sonido que nos llega no es el mismo que con un auricular. Es ligeramente diferente. Yo siempre le pido a la persona que haga una prueba. Que se tape los oídos con los dedos y perciba cómo le llega el sonido", nos explica Martínez.

Las gafas causan furor entre los deportistas. A los corredores y a los ciclistas les viene muy bien para hacer ejercicio, escuchar la música, pero seguir pendientes de los acontecimientos que les rodean.

Pero Sergio nos desvela que los esquiadores de montaña y los pescadores están demandándolas con fuerza: "a los primeros les viene muy bien, entre otras cosas, para no desconectar de los sonidos de la montaña y del entorno que les rodea. Y a los segundos les interesa para percibir cualquier movimiento que se produzca en la caña de pescar. Además, con estas gafas pueden coger cualquier llamada sin necesidad de sacar el teléfono".

Un invento muy práctico con el que estos emprendedores han vuelto a reivindicar el gran talento que existe en nuestro país.