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¿Los perros tienen miedo al agua?

En COPE.es hemos hablado con José Mollón, educador canino, nos ha explicado si nuestro perro tiene miedo al agua y qué podemos hacer si eso sucede

¿Los perros tienen miedo al agua?

 

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 08:05

Solemos pensar que todos los perros tienen miedo al agua, sin embargo, esta afirmación no es del todo correcta. Depende cómo sea del perro y cómo haya sido su relación con el agua. Es importante que el contacto con ella sea de forma voluntaria y porque el perro quiera. José Mollón Rodrigo, director de la Escuela Canina OTOCAN Zamora, es educador canino y dice que “la decisión de meterse al agua tiene que ser del propio perro, de la forma más respetuosa y nunca obligarlo”.

La relación del perro con el agua

Un perro puede pasar toda su vida sin tener que nadar, aunque si lo voy a llevar a la playa “siempre procuro hacer el trabajo desde pequeño, cuánto antes mejor”, entre los dos meses y medio y los cuatro.

Un perro que ha tenido mucho contacto con el agua “va con la cabecita, la barbilla tocando el agua, y va nadando perfectamente”. Sin embargo, la primera vez que lo metes “posiblemente chapote porque quiera estar en una posición vertical, ya que tiende a hundirse de adelante, porque el esfuerzo mayor siempre lo hacen con las patatas delanteras”, explica José.

La relación del perro con el agua

 

¿Los perros tienen miedo al agua?

El perro siente inseguridad cuando entra en contacto con el agua porque “es una textura a la que no está acostumbrado”. En este momento el perro puede sentir miedo, por eso, su dueño tiene que ayudarlo, nunca obligarlo, “incentivarlo y que entre el agua progresivamente: un día las patas, al día siguiente un poco más, pero nunca puedes obligar a un perro”, argumenta el educador canino y etólogo.

Algunas personas deciden tirar a su perro al agua para ver si nada. Más tarde o más temprano saldrá, pero se pueden dar dos situaciones:

  • El perro por sí mismo se da cuenta que puede moverse en el agua y pierde el miedo porque piensa “he salido”. En esta ocasión hay un aprendizaje de “tampoco está tan mal”.
  • Por el contrario, se convierta en un problema enquistado, es decir, que cada vez que el perro vea el agua la rechaza. Esto sucede porque piensa “hasta que he salido lo he pasado muy mal”.

Dependiendo del caso tendremos que actuar de un modo o de otro. Los profesionales de perros suelen conocer cómo son y cómo pueden afrontar situaciones como estas, valoran si pueden lanzarlo al agua o no. “Si conoces al perro sabrás si tienes que hacer un trabajo progresivo o exponerlo a eso”.

Por ejemplo, el bóxer “como norma son perros que no le gusta el agua”: Primero por la capa de pelo que tiene, es muy corta y no le ayuda en la flotación. Segundo porque tienen mucho tórax, entonces el peso de la parte delantera es mayor que la trasera, “tienden a hundirse y a tener más dificultades”.



¿Cómo le quito el miedo al agua?

Dada la circunstancia de que he tirado a mi perro al agua y ahora tiene miedo, o que la textura le produce esa inseguridad tengo que hacer un trabajo progresivo para que poco a poco vaya cogiendo confianza y se meta.

El director de la Escuela Canina OTOCAN nos cuenta que ese trabajo progresivo puede consistir en que “me baño yo, te tiro pelotas, o estamos al lado del agua. Si el perro se mete hasta los codos, “no me importa, mañana entrará algo más”. Además, también ayuda si tengo un perro que sabe nadar “es posible que también ayude porque el entorno favorece”.  

Pero siempre debemos tener en cuenta que la decisión de meterse en el agua tiene que ser autónoma y porque él lo decida: “Cuando un perro decide, por sí mismo, tirarse al agua, porque estoy motivado y quiero coger la pelota es más fácil que ese perro saque el movimiento innato de nadar”.

 Ese movimiento innato procede de que los perros, al igual que los humanos, durante el proceso de gestación se mueven en el líquido amniótico. La diferencia con nosotros es “tú los tiras al agua y son capaces de nadar, más o menos torpe”. Esto no ocurre con los seres humanos porque “nuestra posición natural es vertical”, sin embargo, cuando somos bebés sí que podemos movernos con más facilidad en el agua porque hemos estado en el líquido amniótico.

¿Por qué los perros tienen miedo a la ducha?

Existe una diferencia entre que los perros se metan al agua y que yo quiera bañarlos: “Mis dos perros machos les encanta el agua cuando vas al río, ellos se tiran de cabeza inconscientemente, pero si les voy a bañar es diferente”.

El motivo es porque es algo incontrolado para el perro “no decide” y “son unas manipulaciones que no entiende y que no le gustan”. Aunque, “casi siempre, si los baños son muy habituales, el perro lo que hace es aceptar el baño, pero no quiere decir que le guste”.

El dueño los baña por higiene, aunque los perros se autolimpian. José baña a sus perros en situaciones excepcionales como que se relacione con un animal muerto, porque no es necesario hacerlo continúamente. 

¿Por qué los perros tienen miedo a la ducha?

 

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