No fue fácil enviada la corrida enviada por los hermanos Lozano para la Goyesca de Las Ventas. Como es difícil de un tiempo a esta parte ver los tendidos con buen aspecto en esta fecha. Ecos de un pasado mejor. Pero volvamos a la corrida. Fuerte, seria, cuajada por fuera y con un comportamiento alejado de la entrega y la casta buena. Los de Lozano Hermanos y El Cortijillo no pusieron las cosas fáciles ni cuando se movieron ni cuando dijeron nones y se negaron a embestir. Y frente al genio, la valentía de Urdiales. Se repitió la historia de siempre con el torero de Arnedo en esta plaza y no le embistieron los toros por derecho. Pero su actitud sí valió para dar una vuelta de reconocimiento en su primero, un toro ofensivo y agresivo. El riojano fue todo actitud desde que se abrió de capa. Empaque en las verónicas de recibo. Muleta en mano, Urdiales firmó una faena de ritmo creciente ante un toro que siempre soltó la cara en el embroque. Áspero el toro y firme y convencido el torero. Le robó muletazos a derechas de mérito, se puso por el imposible pitón izquierdo y extrajo una entonada tanda cuando volvió a la zocata en el final de faena. La estocada, volcándose sobre el morillo, quedó algo atravesada. Se pidió una oreja que el palco no concedió. La vuelta al ruedo sonó a premio justo.El quinto fue otra historia. Muy venido a menos, el toro nunca quiso pelea, perdió su mirada en cualquier sitio menos en los engaños que le presentaba Urdiales y la faena resultó un quiero y no puedo.Manso y sin celo salió el primero de Lozano Hermanos. Barbeó tablas y se quedó con las ganas de alguna visita al callejón. Banderilleó con desigualdades Antonio Ferrera y sólo brilló en un tercer par de poder a poder en los medios. Faena sin relieve, con un Ferrera que tampoco se empeñó mucho en una faena de escaso metraje que se agradeció. Donde hubo apagón fue con el descabello.El quinto lució dos velas por delante. De nuevo cogió los palos Ferrera y de nuevo hubo de todo. Mejoró el nivel en un apurado par por los adentros. Después, el extremeño firmó una faena con muchas desigualdades. Tardó en cogerle el aire al toro Ferrera, se empeñó en torear de uno en uno al natural. Recuerdos de la Goyesca del año pasado. A derechas el toro descolgó y pegó un par de buenas embestidas, pero Ferrera sólo acompañó. Sí tuvo mérito una buena tanda al natural después, más conjuntada y ligada. Pero de nuevo el decabello emborronó todo lo hecho.  Quien no tuvo lote fue el mexicano Arturo Saldívar. Soso y sin fondo fue el tercero, que traía otras hechuras más bajas y armónicas. Saldívar estuvo voluntarioso sin más en una faena de escasa historia por el deslucido comportamiento del pupilo de El Cortijillo.Con la tarde ya echada y el frío calando en los tendidos venteños, el serio ejemplar de Lozano Hermanos que cerró plaza tuvo más movilidad que clase en sus embestidas. El azteca tuvo que luchar contra el viento y un ejemplar que nunca vino metido en los vuelos de la muleta de un Saldívar que alargó sin mucho sentido el trasteo. FICHA DEL FESTEJO Madrid, viernes 2 de mayo de 2014. 2ª de la Feria de la Comunidad. Corrida Goyesca. Media plaza. Cuatro toros de Lozano Hermanos y dos de El Cortijillo (3º y 4º), bien comidos y armados. De juego manso, con genio y algunos venidos a menos. Antonio Ferrera, silencio y saludos tras dos avisos. Diego Urdiales, vuelta tras aviso y silencio. Arturo Saldívar, silencio tras aviso y silencio.