'Mediodía Fin de Semana' ha charlado con Serafín Giraldo, portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP) que ha explicado que “este tipo de partidos, por el mero hecho de ser partidos internacionales, son calificados de alto riesgo”. “Las medidas dependen del número de personas que vengan y del historial en anteriores partidos de fútbol” ha añadido.

Estos dispositivos de seguridad en general constan de tres fases. La primera es la recepción de estas personas, previa información con el país de origen, en este caso Rusia, que tiene que informar de la cantidad y de la 'calidad' de los grupos; es decir, si son violentos o no . La segunda fase se centra en su recepción; una vez que lleguen a España, en este caso a Bilbao, son recepcionados y trasladados hacia determinadas zonas de la ciudad o, dependiendo de la hora, hacia el estadio. Y en tercer lugar, lo que acontece después del partido; quizás la parte más peligrosa son las dos horas después de ese partido, hasta que nuevamente estas personas regresan a su país.

“Este tipo de ultras, suelen ser reincidentes, y son bien conocidos por la policía de sus países” valora el portavoz de la UFP. El tratamiento policial que se realiza en países del espacio Schengen , es distinto al que se realiza fuera, donde hay más dificultades de comunicación entre policías. Aún así es muy difícil controlar a este tipo de grupos, ya que si se viaja en coche, sea en el territorio que sea, no se realizan controles para cruzar fronteras. “Es tremendamente difícil controlar a todas estas personas” asegura Giraldo.

“Los ultras del Spartak no tendrán consecuencias penales, ya que el día que llegue el juicio oral no se presentarán, con lo cual no tendrá repercusión penal, y esto hay que destacarlo, porque lo que está pasando es tremendo” ha precisado Giraldo.

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