A lo largo de la carta pastoral, el prelado recuerda la visita de Benedicto XVI a la ciudad de Valencia, con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias en 2006, y resalta, dirigiéndose al Sumo Pontífice, cómo “en esos días que estuviste en Valencia nos mostraste que una de las características del pastor es amar a los hombres que le han sido confiados, tal y como los ama Jesucristo”.Asimismo, monseñor Osoro resalta la actitud del Papa a lo largo de su pontificado y su compromiso con los cristianos y con los más débiles y necesitados del mundo: “Has querido vivir con la inquietud de Cristo el ministerio de Pedro, ser ese buen pastor al que no le es indiferente el que las personas vaguen por el desierto de la pobreza, del hambre y de la sed, del abandono, de la soledad, de la falta de amor, de la oscuridad de Dios, y del vacío que llega al ser humano cuando no tiene conciencia de su dignidad o del rumbo que tiene que tomar en la vida”. También agradece a Benedicto XVI “ese empeño que has tenido de querer, con todas tus fuerzas, llevar a los hombres a Dios en la seguridad de que solamente Él es quien les da Vida”, así como el aliento que siempre les ha transmitido con sus palabras y acciones a los cristianos y los sacerdotes para que “nos adentremos en el mar de la historia, echemos las redes sin miedo y conquistemos a los hombres para Cristo”. Monseñor Osoro exhorta en su carta a la oración para que “la luz y la fuerza del Espíritu Santo nos regale el sucesor de Pedro que la Iglesia necesita en estos momentos” y para “que quien sea elegido sea un testigo del Evangelio con una experiencia personal y profunda del Señor, alguien que viva una íntima amistad con Él”. A este respecto, el prelado invita a elevar plegarias para que el futuro Papa “sea alguien que nos enseñe con su vida que la fe cristiana nunca se puede reducir al mero conocimiento intelectual de Cristo y de su doctrina, sino que también debe expresarse en la imitación de los ejemplos que Cristo nos da”, que esté dispuesto siempre “a dar la vida, construyendo la comunión de tal manera que ofrezcamos el testimonio de una Iglesia fiel a Cristo y entregada siempre a salir con valentía y decisión al encuentro con todos los hombres, en todas sus situaciones y con todas sus expectativas”.Concluye su carta semanal el Arzobispo, agradeciéndole a Benedicto XVI su magisterio “que nos ha dado seguridad y ha sido una guía clara para todos los cristianos, y una luz para todos los hombres”.