El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha asegurado este martes estar "muy tranquilo", pese a las dos derrotas que ha encadenado su equipo ante el Real Madrid y el Celta, y ha adelantado que no piensa cambiar su idea futbolística aunque vengan más tropiezos: "No voy a cambiar por un resultado negativo, por dos o por diez. Voy a seguir siempre a la mía", ha declarado esta tarde, en la rueda de prensa previa al partido ante el Ajax en la Liga de Campeones. El técnico asturiano ha dicho tener "una idea clara" de cómo quiere que juegue su equipo y que ésta es la misma que el club ha defendido en los últimos años y que él mismo ha mamado como jugador y entrenador: la de ser protagonista a través de la posesión del balón. En este sentido, Luis Enrique ha indicado que le gustaría que el suyo fuera "un equipo imprevisible dentro de la previsión que tiene llevar el peso del partido". Pese a venir de una mala semana, el preparador del conjunto azulgrana se mantiene "optimista" respecto a las posibilidad de hacer algo importante esta temporada: "Porque veo cómo entrenan mis jugadores, porque les veo competir y porque tenemos mucho camino que recorrer y las derrotas forma parte de un proceso lógico y normal", ha dicho. Espera "un Ajax valiente", como recuerda que lo fue en el Camp Nou hace unas semanas y la temporada pasada en el Amsterdam Arena, donde pasó por encima de los azulgranas, especialmente en la primera parte, para acabar llevándose el partido (2-1). De Frank de Boer, su excompañero en el Barça y rival mañana en el banquillo 'ajacied', se ha deshecho en elogios y lo ha situado como posible candidato a dirigir al conjunto catalán algún día. Y ha respondido con sorna cuando se le ha preguntado por qué, tras la derrota ante el Celta, dijo que se abría la veda para empezar a cuestionar su labor: "Porque soy un tío espontáneo, simpático y diría que hasta atractivo. Y modesto también", ha finalizado.