Los vecinos de la zona de Campamento pedían cambios en la carretera de Extremadura para subsanar el impacto tanto acústico como medioambiental que sufren por la cercanía de sus casas a la autovía.

Ellos piden que la carretera se convierta en vía urbana con el objetivo de reducir la velocidad, pero mientras se materializa la propuesta, se han instalado semáforos en primera instancia y ahora, un nuevo radar, esta vez de tramo.

El radar en cuestión, engloba el tramo desde el kilometro 4 hasta el kilómetro 5’7, es solo en sentido salida de Madrid y la velocidad límite serán 70km/h de momento, ya que si termina de convertirse en vía urbana, el límite de velocidad se reduciría a 50km/h.

Los motivos que han propiciado la colocación de este radar han sido, en primer lugar, la seguridad. Ya que el año pasado se registraron 333 accidentes en esta carretera y en segundo lugar, por las protestas de los vecinos ya que a escasos 10 metros de la autovía hay bloques de pisos donde vive gente que se queja por el ruido o la velocidad a la que pasan los coches.

Cabe decir que muy cerca de donde se ha colocado este radar de tramo hay uno fijo (en el kilómetro 4)que figura como el cuarto que mas recaudó el año pasado, lo que evidencia la excesiva velocidad a la que circulan los coches.