En Madrid hay más de 10.000 pisos turísticos que generan ruido, suciedad e inseguridad para los vecinos cercanos. Esos vecinos tenían la esperanza que en las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana aprobadas hace unos días, se estableciesen límites. Pero su gozo en un pozo. La normativa de la etapa de Manuela Carmena sigue vigente, y lo que es peor, nadie la cumple.

En la plaza de Santa Ana, raro es el edificio que no tiene un cartel que diga algo así como: suites, se alquilan pisos vacacionales o esos carteles azules con una A y una T. De apartamentos turísticos, en grande.

Los vecinos cuentan que, desde hace unos 4 meses, sobre todo desde que el turismo internacional llega de nuevo a Madrid, estos pisos se están llenando. El turismo ha vuelto a la capital con todo lo que ello implica.

Lo que denuncian los vecinos es que la ley no se cumple. Como norma general y desde 2019 los pisos turísticos tienen que contar con una entrada independiente al del resto de vecinos del bloque. Si se atendiera a esta norma desde hace tres años tendrían que haber desaparecido prácticamente todos los pisos turísticos de la capital ya que tan solo un 2% la cumplen.

El Ayuntamiento de Madrid consciente de esto, indicó el pasado mes de junio que iba a cambiar la normativa y que iba a reducir los pisos turísticos solo a bajos y a primeros pisos. Pero ahora con la nueva ordenación urbana, el ayuntamiento no ha hecho nada y todo seguirá tal y como estaba.

Saturnino es vecino del barrio y presidente de la asociación vecinal Cavas - La Latina dice que todo esto es un negociazo: “Hay grupos de interés que prefieren comprar o alquilar una casa y luego subalquilarla a turistas por fines de semana. Eso es ilegal desde el año 1997 y sigue siendo ilegal a día de hoy”.

Tenemos una ley del 2019 que no se cumple y lo peor de todo, que todo el mundo sabe que no se cumple. Saturnino dice que las inspecciones brillan por su ausencia: “Se ponen pocas sanciones porque el grupo de inspectores del Ayuntamiento y de la Comunidad es mínimo y quizás interese mantenerlo así para que algunos se lucren”. En total en la capital existen más de 10.000 de estas viviendas turísticas que cada vez están más en entredicho.