Luis Calleja es un apasionado de la radio. Por eso, decidió estudiar electrónica en el Centro de Estudios de Televisión y Radio y, por eso también, decidió abrir, con sólo 27 años, un taller que de arreglar todo lo que caía en sus manos, hoy en día se ha especializado en la reparación de radios antiguas.

Dice que le llegan aparatos de todas partes de España y que la culpa la tiene el renacer del vinilo que ha hecho que muchas nuevas generaciones se hayan reencontrado con el sonido analógico y lo prefieran ante el digital.“El que tiene buen oído prefiere el sonido analógico al digital” nos explica en Cope justo en la jornada que se celebra el Día Mundial de la Radio.

“Las nuevas generaciones tienen guardadas en trasteros y en sitios abandonados aparatos de radio antiguos de sus abuelos y los traen aquí porque quieren escuchar como suena aquello” nos explica. Actualmente, entre el taller y la tienda que posee, tiene un total de 30 aparatos. De todos los transistores que han pasado por su vida, el que recuerda con más cariño es “el modelo Telefunken Cariño” que había en casa de sus padres.

Aunque no sabe de donde le viene esta pasión por la electrónica, las nuevas generaciones de su familia están metidas en el negocio familiar, en concreto, sus hijos y su hermano “pero las radios de válvulas no las tocan mucho”, confiesa con pesar.