“No puedes hacer muchos planes, en el sentido de que tienes que seguir viviendo. Pero siempre estás con el miedo de qué va a pasar con nosotros. Lo mismo nos pueden echar”, explica a COPE Luisa. Lleva trabajando, enlazando contrato temporal tras otro, durante más de veinte años en la Administración autonómica de Madrid, en su caso en un centro base de discapacidad de la consejería de políticas sociales.

Para Luisa es “muy esperanzadora y positiva” la sentencia del Tribunal Supremo que considera trabajador indefinido no fijo a aquellos interinos que superen los tres años de interinidad cuando la selección dure más de ese tiempo. “La verdad es que estamos muy contentos porque, al menos, se nos reconoce ahora el tiempo que llevamos trabajando en la Administración, de cara al público”, apunta Luisa que solo pide una cosa: “que nos traten como a cualquier trabajador y que si nos vemos en la calle que tengamos derecho a cobrar paro y una indemnización”.

La figura laboral del indefinido no fijo fue una creación del propio Tribunal Supremo, en los años noventa, y es un estadio intermedio entre el personal interino y el fijo. La sentencia del alto tribunal afecta a 800.000 trabajadores interinos del sector público.