Abrir el grifo y que no salga agua. O peor aún, que esté envenenada. Es la realidad de hasta 5 mil vecinos en Ciudalcampo, una urbanizacion de lujo al norte de Madrid, muy cercana al Jarama y pertenenciente a los términos municipales de Sebastián de los Reyes y Colmenar Viejo.

La red del canal de Isabel II no llega hasta el lugar y, desde hace años, el agua corriente, que llega de los pozos, no es potable, debido al alto contenido en arsénico.

Apenas pueden usar el agua para ducharse. "Ni siquiera podemos lavar los tomates para hacer un gazpacho. Tiene que ser todo con agua embotellada", cuenta Carmen, una de las vecinas afectadas. De hecho, ella al mes tiene que comprar cerca de 160 litros de agua embotellada que usa hasta "para lavarse las manos".

Los vecinos de esta urbanización, en la que viven cantantes o actores, están acostumbrados a esta situación, pero en las últimas semanas, la situación se ha agravado porque ya no es solo que el agua esté contaminada, sino que directamente no sale por el grifo.

"Los pozos no dan a basto. Se siguen construyendo parcelas y viviendas. Son, además muy antiguos y las averías son constantes", explica Carmen. "Hemos llegado a estar hasta dos días sin agua. Con 40º grados, ni siquiera podemos ducharnos, porque se abre el grifo y apenas sale un hilito de agua".

Los vecinos están hartos y muchos piensan ya en marcharse. Lo único que piden es que les conecten, de una vez por todas, a la red del Canal de Isabel II para que abrir el grifo del agua deje de ser un peligroso juego de azar.