Mañana, 23 de abril, en la diócesis guatemalteca de Quiché, serán beatificados tres sacerdotes españoles, Misioneros del Sagrado Corazón Jesús, y siete laicos guatemaltecos, catequistas, entre los que hay un niño de 12 años. El odio a la fe durante la guerra civil que sufrió el país entre 1980 y 1991 acabó con la vida de diez hombres que fueron líderes eclesiales y sociales que dieron su vida por la evangelización y la promoción humana. Fueron considerados un peligro por asistir a los necesitados según el estilo de vida de Jesucristo. Trabajaban, sostenían la fe de las familias, visitaban enfermos, daban de comer y ayudaban a los campesinos a recuperar sus tierras. Algo que les valió la tortura y el asesinato.

Entre esos diez hombres había un niño de 12 años de nombre Juanito. Había sido educado en la Acción Católica y era catequista de niños a quienes acompañaba en su camino para la primera Comunión. Acusado de ser guerrillero fue apresado, torturado, asesinado y abandonado en un camino. Él, como el resto de los mártires, junto a Monseñor Gerardi, obispo de Quiché que también será oficialmente recordado en la ceremonia de beatificación, no eran guerrilleros sino ciudadanos humildes y cristianos comprometidos. "Hasta el día de su martirio, ha escrito el Obispo de Quiché, trataron de abrir espacios para ofrecer a todos una alternativa de vida frente a políticas de muerte represión, secuestros y masacres”. Su memoria lo es de reconciliación para todos.