Desde hace días han vuelto las restricciones severas en varios países de Europa para hacer frente a la sexta ola, que es la ola de los no vacunados. En Austria han decretado un nuevo confinamiento a partir del lunes, y a partir de febrero se va a imponer la vacunación obligatoria. Con la legislación sanitaria que tenemos en España la vacunación no se puede hacer obligatoria. Tampoco es conveniente. Esto ya quedó resuelto en julio por el Tribunal Constitucional después de que Galicia promulgara una ley que incluía la posible inoculación obligada. En Austria solo está vacunada el 65 por ciento de la población. En España el 90 por ciento.

Pero hasta once Comunidades Autónomas se están planteando exigir el pasaporte Covid para acceder a algunos interiores. En Galicia ya tienen el aval de los tribunales para exigirlo en la entrada de hospitales. Cataluña y Baleares ya lo tienen implantado. En Cataluña ha servido para que muchos de los que no estaban vacunados quieran hacerlo.

La ministra de Sanidad, hasta mitad de semana, se había mostrado en contra de establecer esta medida, que es obligatoria en Francia o Italia. Pero este miércoles ha cambiado, y se muestra partidaria de que exijan el pasaporte Covid las Comunidades que lo consideren conveniente. Sin embargo, el Gobierno no se pone manos a la obra para sacar adelante una nueva legislación sanitaria. Como ya sucedió con los confinamientos perimetrales, el Ejecutivo deja en manos de los tribunales la decisión del pasaporte Covid y convierte así a los jueces en legisladores.