Línea editorial: Gobierno para el bien común

Línea editorial: Gobierno para el bien común
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La campaña electoral en Estados Unidos ha puesto de manifiesto uno de los principales problemas que sufren algunas sociedades democráticas: la falta unidad cívica en torno a los valores constitucionales. Este fenómeno es un importante talón de Aquiles de muchas democracias que, de una u otra forma, hoy están en crisis.
La alternancia en el poder a través de elecciones celebradas en igualdad de condiciones para todos los partidos políticos es una de las reglas básicas de toda democracia. La transparencia en los procedimientos y la defensa libre de distintos proyectos de sociedad distintos es un requisito de una competición electoral verdaderamente democrática. En la reciente campaña las noticias falsas, la violencia verbal inusitada y las sospechas sobre el propio sistema han exacerbado las pasiones hasta niveles nunca vistos. Además se ha jugado con las minorías étnicas y sociales como si los candidatos a la Presidencia fueran representantes de intereses particulares y no promotores del bien común de la nación americana. Es más, en un país en el que la libertad religiosa es sagrada, se han legitimado y deslegitimado propuestas políticas en nombre de la fe.
Ahora toca coser y recoser, unir y convencer de que desde la Casa Blanca se gobierna por el bien de todos con independencia de su credo, raza u origen. Esa ha sido durante centurias la tradición más propiamente americana.