Un grupo de diputados del Bundestag alemán, encabezados por Harald Ebner, del grupo de Los Verdes, ha comenzado este domingo una visita de cuatro días a España para inspeccionar la supuesta extracción ilegal de agua que se estaría produciendo en Doñana. La visita se produce coincidiendo con el boicot lanzado por el lobby “Compact” para que los supermercados alemanes no distribuyan la fresa de Huelva.

Huelva es el mayor productor de fresa de Europa y los alemanes los principales consumidores. Aunque desde el Ministerio de Transición Ecológica todo han sido buenas palabras, los agricultores no se fían. Tanto la ministra Ribera como el Presidente Sánchez han alentado en redes sociales la campaña del lobby alemán.

Lo que aparece ante la opinión pública como una supuesta campaña ciudadana de concienciación ecológica y medioambiental, trufada de consignas que instrumentalizan la cuestión del cambio climático, es en realidad una campaña de presión creada por un lobby que defiende los intereses de los socialistas y los verdes alemanes. La crisis de la fresa de Huelva nos permite recordar que la principal obligación del Gobierno de España es defender los derechos de los españoles, incluidas las más de 160.000 familias que, sólo en Andalucía, viven de la fresa y que, lógicamente, han puesto el grito en el cielo ante la actitud de este lobby alemaán y la respuesta irresponsable de nuestro Gobierno.