En un momento en que la incertidumbre domina la escena, el referéndum italiano del próximo domingo introduce un dato más de preocupación política y económica. Si los ciudadanos se opusieran a la reforma constitucional propuesta por Matteo Renzi, la tercera economía de la zona euro entraría en una deriva con negativas consecuencias económicas para Europa. La aventura reformadora de Renzi se ha convertido en un plebiscito respecto a este joven líder en un momento en que el sistema se muestra muy vulnerable. El referéndum se centra en la reforma de 47 artículos de la Constitución. Una reforma que fortalece el papel del Primer Ministro, reduce el número de diputados, incrementa la capacidad decisoria del Parlamento en detrimento del Senado y limita los poderes y competencias de las regiones, en una jugada para primar la centralidad administrativa del Estado en sectores estratégicos. Este referéndum se produce además en un momento de eclosión del populismo que está llevando el debate preelectoral a niveles preocupantes de algarabía política. El apoyo explícito a Renzi y a su propuesta de reforma por parte de los líderes europeos y de los poderes  internacionales, es un síntoma de la preocupación que genera lo que pueda pasar en Italia el próximo domingo.