La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial se ha visto hoy en la necesidad de responder a la última carta del presidente del Gobierno. Reunidos de forma extraordinaria, los jueces sacan los colores a Pedro Sánchez al recordarle la necesidad de no contribuir al deterioro de las instituciones democráticas. Es una auténtica vergüenza que el mismo Consejo General del Poder Judicial le tenga que solicitar al todo un presidente del Gobierno que deje de hacer valoraciones políticas de actuaciones judiciales y de señalar a los jueces.

La situación es verdaderamente muy preocupante, pero también es un motivo para la esperanza el hecho de que tanto jueces como periodistas le hayan dejado claro a Sánchez que sus arbitrariedades se van a topar con un dique de resistencia democrática. En ese dique de contención que se expresa en pronunciamientos valientes como el de los jueces hoy, nos la jugamos todos.

Si verdaderamente quiere contribuir a la regeneración de la que tanto habla, Sánchez debería tomar buena nota. Las descalificaciones del Ejecutivo, en este caso hacia los magistrados, lejos de respetar la independencia y la separación de poderes, socavan la confianza de los ciudadanos en las instituciones y terminan, a la postre, por avergonzarnos a todos.