Durante el año pasado se produjeron casi 200 actos de homenajes a etarras. La Asociación de Víctimas COVITE lleva denunciando desde hace tiempo que estos homenajes a miembros de ETA, algunos con delitos de sangre, es un intento de hacer normal lo anormal. Se trata de presentar a los que fueron condenados por delitos de terrorismo como héroes de una supuesta lucha por el País Vasco. Desde que ETA se disolviera como grupo terrorista, el mundo abertzale intenta construir un relato falso de la violencia, la extorsión y el miedo sufrido por los inocentes.

En los últimos meses los homenajes se han seguido produciendo. Este fin de semana ha salido de prisión el histórico dirigente de ETA Baldo, que ha estado en la cárcel casi tres décadas por delitos de sangre. Ha recibido un homenaje en Hernani. Algo semejante ha sucedido en Oñate tras la salida de cárcel de Ugarte Villa, uno de los secuestradores de Ortega Lara. El Gobierno ha decidido denunciar los dos casos a la fiscalía. La denuncia probablemente tendrá poco recorrido por el criterio que ha mantenido hasta el momento de la Audiencia Nacional.

Es contradictorio que el Gobierno actúe así, y que esté a punto de ser investida la socialista María Chivite como presidenta de Navarra con la abstención de Bildu. Según Bildu, los socialistas se han comprometido a convertirlos en interlocutores prioritarios. Bildu es el partido heredero de ETA, y especialmente empeñado en construir un falso relato de décadas de asesinatos, chantaje y opresión protagonizados por la banda terrorista.