Las desafortunadas declaraciones del candidato de Podemos a presidir la Comunidad de Madrid sobre la situación de Venezuela suponen un profundo desprecio a un pueblo que está sufriendo una de las tragedias más importantes de su historia. Como han señalado destacados líderes de la oposición venezolana, cuando Errejón sostiene que en Venezuela se han producido importantes avances, “dado que la gente come tres veces al día”, o es un ignorante o está sirviendo de correa de transmisión de un Estado totalitario, que no respeta la libertad ni los Derechos Humanos, y que está llevando a la ciudadanía a una situación límite en su subsistencia diaria.

Errejón debería saber que el sesenta por ciento de la población de Venezuela se acuesta con hambre; el sesenta y tres por ciento de los adultos se saltan al menos una comida al día, y la pérdida de peso comienza a ser un problema grave de salud, como lo es la falta de abastecimiento de medicinas. Tampoco parece que Errejón sepa que al menos doscientos treinta y dos presos políticos siguen en las cárceles de Venezuela, según la Organización de Estados Americanos. Una vez más, no hay peor ciego que el que no quiere ver, y la ideología produce serios estragos en la vista.