LÍNEA EDITORIAL
Bildu y la política española
El protagonismo de Bildu, convertido en socio de referencia del Gobierno durante la pasada legislatura, ha tenido efecto en las urnas del pasado 28 de mayo

Bildu y la política española
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Bildu se ha convertido en un interlocutor político habitual en la política española, cuyas actuaciones trascienden con mucho el ámbito de su implantación territorial, la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra. El apoyo de Bildu al Gobierno de Pedro Sánchez no solo ha permitido un proceso de blanqueamiento y normalización de esta fuerza política en cuyas filas militan exterroristas de ETA no arrepentidos. En el homenaje que el Congreso de los Diputados tributó ayer a las víctimas de ETA, el presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, pidió que se modifique la ley de partidos para que no se permita el sufragio pasivo a quienes tienen delitos de sangre por causa del terrorismo.
El protagonismo de Bildu, convertido en socio de referencia del Gobierno durante la pasada legislatura, ha tenido efecto en las urnas del pasado 28 de mayo. Bildu ha crecido en los principales municipios vascos un 4,5% y, a un año de las autonómicas, toma posiciones para intentar disputar la supremacía al PNV. De hecho, Bildu aumentó en 120 concejales mientras que el PNV ha perdido 81 y al PSE se le han escapado 16. En votos, Bildu ha aumentado 16.000 votos y el PNV ha perdido 87.000. La izquierda abertzale ha incrementado sus votos en algunas plazas como Vitoria, donde pasa de tercera fuerza a ser la más votada. Prácticamente iguala al PNV en San Sebastián y se ha hecho con las Juntas Generales de Guipúzcoa. Estos son, en parte, efectos de la política de Sánchez al normalizar a una fuerza que propugna la ruptura del sistema constitucional, pero es también fruto de un problema ético que afecta a las sociedades vasca y navarra, y a la española en su conjunto.