
Línea editorial del 6 de septiembre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la apertura del año judicial, la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, ha rechazado las "inoportunas" e "insistentes descalificaciones" a la justicia por parte de otros poderes públicos. Es el mismo mensaje que lanzó hace un año cuando acababa de ser elegida. Durante los últimos doce meses las intervenciones de Perelló pidiendo que se respete a los jueces, que no se les insulte y no se les presione, han sido constantes.
La insistencia certifica que este Gobierno no respeta como debería la separación de poderes. El último ataque ha sido el del pasado lunes en el que Sánchez acusó a algunos jueces de hacer política. La Comisión Europea ya señaló en su informe sobre el Estado de Derecho en España que la confianza de los ciudadanos es esencial para que el poder judicial sea eficaz y que esa confianza se ve dañada cuando se hacen descalificaciones desde los miembros del poder ejecutivo y del poder legislativo.
Las afirmaciones de Isabel Perelló son significativas porque ha sido miembro destacado de una asociación judicial progresista que, en principio, está más cerca de las posiciones del actual Gobierno. Perelló certifica que la sensibilidad ideológica de una persona con importantes responsabilidades públicas no tiene por qué obligarla a asumir una posición partidista. Su caso es totalmente diferente al de García Ortiz, que sigue siendo el fiscal general del Estado a pesar de que está a punto de sentarse en el banquillo.



