El pasado jueves el Papa Francisco celebró el habitual encuentro anual con los párrocos de Roma en la Basílica de San Juan de Letrán. Un encuentro privado del que este fin de semana se ha conocido parte del contenido. En conversación informal, el Papa aseguró que el beato Pablo VI será canonizado en este mismo año 2018. Se trata de una gran noticia para la Iglesia. En la estela de los grandes pontífices que ha conocido el siglo XX, la figura del Papa Montini es una piedra angular para comprender la historia de la Iglesia y su relevancia social en la segunda mitad del siglo pasado. El fue quien clausuró el Concilio Vaticano II, convocado por san Juan XXIII, quien impulsó de forma decisiva la Doctrina Social de la Iglesia y quien elaboró un luminoso magisterio atravesado por la cuestión de la dignidad de la vida humana y de la paz en pleno período de la Guerra Fría. Si "quieres la paz, lucha por la justicia", afirmaba. O "la vida no le pertenece al hombre, le sobrepasa, es sagrada, ningún hombre puede disponer de ella a su antojo". Son solo dos ejemplos que nos revelan de forma nítida la grandeza de su figura y la actualidad de su mensaje en nuestro tiempo líquido, tantas veces indiferente a Dios y, consecuentemente también a la vida del hombre.