Las autoridades sanitarias de Portugal han notificado este miércoles más de 2.500 nuevos casos de COVID-19, un balance diario que el país no registraba desde principios de septiembre y que coincide con el debate abierto sobre la posible adopción de nuevas restricciones.

Portugal tiene confirmados 1.112.682 positivos por coronavirus desde el inicio de la pandemia, 2.527 más que el martes, mientras que la cifra provisional de víctimas mortales asciende a 18.283. La tasa de incidencia a 14 días ha aumentado hasta los 173,7 casos por 100.000 habitantes, informa la cadena RTP.

La portavoz del Gobierno, Mariana Vieira da Silva, ha anunciado que se adoptarán las medidas que sean necesarias para contener una nueva ola de COVID-19, si bien el Ejecutivo no se plantea que sean del mismo nivel que en otros repuntes, cuando por ejemplo se decretó el confinamiento.

El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, ha asumido como "evidente" que las autoridades tendrán que volver a imponer el uso obligatorio de la mascarilla en la calle, si bien todo está a la espera de la reunión de expertos convocada para este viernes.