El Gobierno neerlandés decidió este martes reabrir a partir de mañana los negocios de la hostelería y todo el sector cultural con horario limitado y acceso con el sistema 3G, una restricciones que se aplicará durante al menos tres semanas, mientras Países Bajos registra sus peores datos de contagios en toda la pandemia.

En una rueda de prensa, el primer ministro, Mark Rutte, anunció que “se dará un gran paso para dejar atrás el confinamiento”, por lo que la mayor parte de la actividad no esencial -excepto ocio nocturno- volverá a reabrir hasta las 22.00 horas (21.00 GMT), incluidos restaurantes, bares, museos, cines y teatros, que han estado cerrados desde mediados de diciembre.

Se aplicará un límite de aforo basado en metros cuadrados para interiores y exteriores.

También volverá el público a los estadios, y se permitirá la celebración de eventos con un máximo de 1.250 visitantes en interiores, un tercio de lo permitido en exteriores.

Hace dos semanas, se permitió la reapertura de los comercios hasta las 17.00 horas (16.00 GMT), los gimnasios, peluquerías y todo el sector educativo, con medidas como la distancia interpersonal y las mascarillas.

También cambian las reglas de cuarentena para los colegios: solo se exigirá aislamiento en caso de dar positivo o tener síntomas de COVID-19, y no la cuarentena de toda la clase a partir de tres contagios, como ahora.

Países Bajos confirmó hoy que reduce la validez del “pasaporte covid” para quienes no tengan una dosis de refuerzo a partir del 1 de febrero: el certificado con vacunación primaria será válido durante nueve meses (270 días) y el de recuperación seis meses (180 días).

El ministro de Sanidad, Ernst Kuipers, advirtió de que se esperan hasta 100.000 casos diarios con esta relajación, unas cifras “preocupantes que pueden suponer un aumento de hospitalizaciones”.

El Instituto de Salud Pública (RIVM) ha registrado ya más de 4 millones de positivos en Países Bajos en toda la pandemia, aunque los peores datos los está marcando la variante ómicron, con hasta 65.000 casos en 24 horas.

Kuipers señaló que los síntomas con ómicron son más leves, pero rechazó considerar la COVID-19 provocada por esta variante como una gripe. “Son cifras muy altas, así que ni esto es una gripe ni se marchará sin más”, subrayó.

La ocupación hospitalaria está empezando a aumentar de nuevo y hay 1.163 pacientes con COVID-19 ingresados, de los que 252 se encuentran en las UCI.

Para tener una imagen más clara de las hospitalizaciones, se empezará a hacer una distinción entre los que ingresaron debido a síntomas de COVID-19 y pacientes que han dado positivo de forma accidental en el hospital, pero que en realidad ingresaron por otro motivo de salud.

La media de fallecimientos por COVID-19 asciende a 9 personas al día.

Al menos el 86 % de la población mayor de 18 años ha recibido ya su pauta completa en Países Bajos, y de ellos un 56,6 % tiene ya la dosis de refuerzo.

Rutte inició la relajación presionado por los sectores afectados por los cierres, que han protestado en las últimas semanas y han amenazado con ignorar las medidas y reabrir sus puertas, respaldados incluso por algunos alcaldes.

El Coordinador Nacional de Contraterrorismo y Seguridad en Países Bajos (NCTV) advirtió hoy del creciente descontento social por las restricciones y subrayó que la policía neerlandesa “ve una evasión más estructural y organizada” de las medidas, que podría ser acentuada en caso de aplicación represiva de las normas.

El NCTV cree que la flexibilización de las restricciones reducirá la resistencia a las medidas restantes, pero lamentó que el “sentimiento social actual” no puede simplemente revertirse, por lo que alertó de posibles problemas importantes en la aplicación de las reglas “debido a una falta de apoyo demasiado grande”.