El proceso de vacunación en Europa está cargado de buenas y malas noticias. La experiencia arroja que es muy difícil que tengan lugar dos buenas noticias de manera consecutiva. Esta semana empieza con un nuevo jarro de agua fría después del optimismo que recorrió Europa la semana pasada cuando se autorizó la vacuna de Janssen. La farmacéutica que produce la vacuna de AstraZeneca ha reconocido que habrá nuevos retrasos en la entrega de la vacuna entre los distintos países europeos.

Finalmente la multinacional ha anunciado que solo entregará 100 millones de vacunas durante el primer semestre del año, es decir, una tercera parte de las comprometidas en un primer momento. El pasado viernes ya anunció un nuevo recorte durante el primer trimestre del año en el que solo llegarían 30 millones de vacunas.

Una noticia inaceptable según las autoridades comunitarias que ven cómo AstraZeneca acumula retrasos a medida que pasan las semanas. Unos retrasos que empiezan a generar pesimismo y cuestionan que se cumplan los plazos marcados, es decir, vacunar al 70 por ciento de la población antes del próximo 21 de Septiembre.

Todo esta polémica llega además en medio de una enorme tensión después de que 12 países hayan suspendido temporalmente el suministro de la vacuna AstraZeneca. El último ha sido los Países Bajos debido a un número limitado de trombosis en algunos pacientes.

De todas formas la Agencia Europea del Medicamento y la Organización Mundial de la Salud recomienda seguir utilizando esta vacuna porque aseguran aporta más beneficios que riesgos.