El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio este viernes por "terminada" la relación de Washington con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que ha acusado de estar bajo el "completo control" de China.

"Hemos planteado reformas detalladas que deben ser puestas en marcha y con las que la organización debe comprometerse, pero se han negado a actuar", aseveró el magnate, que quiso explicar así la ruptura con el organismo internacional dependiente de la ONU.

En una rueda de prensa en la que estaba previsto que el presidente abordase la situación en China después de que Pekín sacase adelante la ley de seguridad sobre Hong Kong, Trump lamentó que "China tenga el completo control de la OMS a pesar de que solo paga 40 millones de dólares al año".

En este sentido, el presidente habló de un trato injusto para Washington, que ha estado contribuyendo con 450 millones de dólares anuales. Después de anunciar que se retirará definitivamente de la organización, el mandatario estadounidense ha informado de que los fondos serán utilizados para fines "necesarios relacionados con la salud a nivel global".

Estados Unidos, primer donante de la OMS hasta ahora

La decisión de la Casa Blanca llega mes y medio después de que Trump congelara temporalmente los fondos que EE.UU. aporta a la OMS y diez días después de que amenazara con retirarse de esa organización. El movimiento supondrá un notable golpe para la Organización Mundial de la Salud, ya que Estados Unidos es su donante principal al aportar el 15% del presupuesto.

Sin embargo, no está claro que Estados Unidos planee retirarse formalmente de la organización, de la que forma parte desde su creación en 1948, y la Casa Blanca no quiso aclarar ese punto.

Tampoco es seguro que Trump pueda cortar todos los fondos a la OMS porque alrededor de un tercio de la aportación de EE.UU. no puede modificarse sin el visto bueno del Congreso, según 'The Washington Post'.

El resto de principales contribuyentes

Por tanto, aún es pronto para conocer en detalle el alcance de la retirada de Estados Unidos de la OMS. Lo que sí está claro es que el organismo dependerá en el futuro en mayor medida del resto de sus grandes donantes. Tras el país norteamericano, quien más contribuye es la Fundación Bill y Melinda Gates, con algo más del 12% del total. Le siguen con algo más del 8% la Alianza para la Vacunación (GAVI, por sus siglas en inglés), también promovida por el fundador de Microsoft; el Reino Unido, con un 7,9%; y Alemania, con el 5,3%.

Además, si nos fijamos en las cuentas para el bienio 2018-2019, vemos que EE.UU. se comprometió a aportar el 22% del presupuesto, por el 7,92% de China y el 3,09% de Rusia. Estas diferencias parecen contravenir el criterio que la propia OMS publicita en su página web, por el que "la cantidad que cada Estado Miembro debe pagar es calculada en relación a la riqueza y la población del país". Por su parte, España figura en este informe con una contribución del 2,44% del total.

La OMS se abre a donaciones individuales

La primera respuesta del máximo organismo mundial de la salud ha sido poner en marcha una fundación para recibir donaciones de individuos, empresas u otros actores.

La Fundación OMS, que estará dirigida por el investigador y exministro de Sanidad suizo Thomas Zeltner, responde a la necesidad de diversificar las fuentes de financiación del organismo, que según su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dependía excesivamente de las contribuciones voluntarias estatales.

"Una de las mayores amenazas para el éxito de la OMS es que menos del 20% de nuestro presupuesto proviene de contribuciones estatales flexibles (que pueden gastarse según las necesidades del organismo), mientras que el 80% son contribuciones voluntarias destinadas con muchas restricciones a programas específicos", explicó.

El experto etíope también subrayó que "hasta ahora la OMS era una de las pocas organizaciones internacionales que no recibía donaciones de ciudadanos", algo que ya puede hacerse a través de la página web whofoundationproject.org.

La fundación será un ente independiente del resto de la OMS, su sede estará también en Ginebra, y apoyará los esfuerzos del organismo en conseguir las llamadas "metas de los 3.000 millones".

Estos objetivos fijados por la OMS consisten en proteger mil millones de personas en emergencias sanitarias, extender la cobertura sanitaria universal a otros mil millones y garantizar una vida sana a mil millones más antes de 2023.