En los últimos meses ha habido diversas especulaciones sobre el estado de salud del presidente de Rusia, Vladímir Putin. Desde cáncer hasta párkinson. En cualquier caso, lo que no muchos saben es que el Kremlin ha elaborado un plan de hasta 3.200 millones de rublos para proteger a su líder de la covid-19. O lo que es lo mismo: Rusia ha puesto en marcha un plan de unos 51 millones de euros para evitar que Putin pueda contraer el virus. Poco importa en Moscú que la pandemia haya parecido remitir en todo el mundo y que las vacunas hayan contribuido a que el virus se haya podido mantener a raya. Su equipo ha optado por mantener protegido al presidente.

El plan de Rusia para evitar que Putin se contagie de covid-19

¿Cuáles son estas medidas? ¿En qué consisten? Pues bien, lo cierto es que el plan ruso está compuesto por distintos pilares que han hecho que el presidente esté protegido frente a la covid-19. A pesar de la reducción de pruebas con hisopos en Rusia, no así disminuyeron en el entorno de Putin. Todas las personas que entran en contacto con él, han de realizarse una prueba obligatoria. También se han agregado otro tipo de test, no solo de anticuerpos, sino también de gripe, resfriado e incluso infecciones por estafilococos.

Según la BBC, hasta 1.500 personas habrían sometido a este tipo de pruebas solo desde principios del año 2021. De hecho, se cree que miembros de su equipo más cercano habrían pasado por hasta pruebas de heces una vez a la semana. También han de someterse a pruebas todos aquellos pertenecientes a las tripulaciones aéreas o cualquier tipo de persona involucrada en el transporte del líder del Kremlin.

Además de todo esto, Vladímir Putin viaja acompañado con hasta cuatro médicos que controlan su estado de salud de forma continua, especialmente cuando el presidente ruso se traslada a cualquiera de sus residencias fuera de Moscú. Por otro lado, se ha obligado a miembros de su personal a pasar diversas cuarentenas en habitaciones de hotel para mantener protegido al presidente.

Una serie de medidas, como decimos, que están costando a Rusia miles de millones de rublos que pretenden mantener al presidente libre de virus y protegido frente al mismo. Una plan que, aún a día de hoy, sigue en vigor. Todo ello a pesar de que a principios del mes de julio, las autoridades de Rusia anunciaron la retirada de las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, incluido el fin del uso obligatorio de mascarilla en espacios públicos.

De esta forma, y desde el 1 de julio, quedaron también candeladas las prohibiciones de la celebración de eventos públicos y las restricciones en los restaurantes. No obstante, el Ministerio de Sanidad ruso ya advirtió de que de empeorarse la situación, volverían a imponerse las medidas restrictivas.