Por primera vez desde la crisis de refugiados del año 2015 aumentaron las solicitudes de asilo en la Unión Europea. En total, 700.000 personas solicitaron protección en suelo comunitario, lo que supone un aumento del 13 por ciento respecto al año 2018.

Llama la atención que según el informe de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo, de todas las solicitudes, 45.000 fueron de ciudadanos venezolanos. De esta forma, Venezuela se convierte en el tercer país más grande detrás de Irak, Pakistán y Nigeria con más solicitudes de asilo en la Unión Europea.

Una prueba, asegura este informe, de la situación de agitación política y económica que se está viviendo en el país. Siria y Afganistán siguen siendo los dos principales países de origen para los solicitantes de asilo en Europa. Según este informe no todas las solicitudes de asilo fueron impulsadas por la migración irregular", si no que en muchos casos son personas que huyen de sus países por la persecución a la que son sometidos.

 Más del 61% de los venezolanos han pasado a vivir en la pobreza extrema, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi), que realizan anualmente las principales universidades del país sudamericano. Una alarmante pobreza que lleva además consigo una creciente tasa de criminalidad en el país. Entre 2015 y 2019, el país ha retrocedido 18 posiciones en la clasificación de economías de Latinoamérica y el Caribe. Su PIB por habitante en dólares es ya el cuarto más bajo de las treinta economías que recoge el Fondo, solo por delante de Honduras, Nicaragua y Haití. Han superado a Venezuela países como El Salvador, Guatemala, Bolivia o la vecina Guyana, tradicionalmente mucho más pobre. Una situación crítica que ha desatado una hiperinflación y una depreciación de la moneda que han dejado sin valor al bolívar, hasta el punto de que no se consiguen billetes ni siquiera para los gastos diarios.