La oposición de PP, Ciudadanos y Vox ha exigido este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que desista de indultar a los condenados por sedición en el "procés", porque, tras el rechazo del Tribunal Supremo, consideran que sería un "desacato", una "traición" o un "fraude de ley".

Los tres partidos conservadores han trazado una línea roja a Sánchez y batallarán en contra de los indultos, tanto en los tribunales, donde todos ellos acudirán, como en ayuntamientos y parlamentos, la otra vía elegida por Ciudadanos, o trasladando su rechazo a la calle, como ha prometido Vox.

Los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, y el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, han coincidido en señalar la contundencia y la unanimidad del informe, preceptivo, pero no vinculante, del Supremo, que tilda los indultos de "solución inaceptable" por la falta del "más débil indicio de arrepentimiento", la "voluntad de reincidir" o la pretensión de que el Gobierno corrija una sentencia.

Si concede indultos, "Sánchez se sitúa como un presidente del Gobierno indigno de estar al frente de este país", ha advertido el PP en boca de su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, que considera la medida de gracia una "traición" de Sánchez a su electorado.

Aunque son ampliamente respaldados por los socios de Sánchez en el Congreso, como ayer expresaron PNV, EH Bildu o Más País y es la opción que también defiende Unidas Podemos, el PP considera que esta mayoría parlamentaria no implica que los indultos gocen de respaldo popular y, por contra, divide a los socialistas.

Pese a que el presidente del Gobierno ha desvinculado su decisión de su dependencia parlamentaria, la bancada conservadora ve los indultos como un pago a los votos de Esquerra.

"El pago que le piden por haber acabado en La Moncloa será su finiquito y el epitafio del PSOE constitucional", ha advertido Casado desde la tribuna del Congreso, y en el PP alientan las divisiones internas en el seno del partido de Sánchez, al señalar que, aunque Moncloa mande, el PSOE sigue vivo.

Para Arrimadas "no hay perdón ni privilegio posible para estos golpistas" y ha asegurado que el Gobierno de entonces, el de Mariano Rajoy, dejó "abandonados" a los españoles y ahora pretenden pisotearles. Ciudadanos cree que Sánchez dirige el Ejecutivo "más útil para el separatismo y más dañino para los españoles".

Coinciden PP, Cs y Vox al percibir que los indultos ya se están preparando, pese a que "serían un exceso inasumible para cualquier demócrata y rebasaría el límite de lo aceptable", en palabras de Espinosa de los Monteros.

El rechazo de estos partidos y del Supremo contrasta con la defensa que Unidas Podemos hace del indulto. Los socios de Sánchez ven "buena voluntad" en el presidente del Gobierno, según ha señalado Jaume Asens, presidente del grupo de Unidas Podemos-En Comú Podem en el Congreso.

Los morados dan por terminado el "tiempo de los jueces" porque, en su opinión, "quienes fueron parte del problema" no iban a serlo "de la solución" y abogan por que se dé el paso al "tiempo de la política". "No podemos empezar la Mesa de Diálogo con la contraparte en la prisión", ha advertido Asens, contradiciendo a la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que ayer desvinculó ambas realidades.

Podemos rechaza además el arrepentimiento como condición para "aliviar" las penas de los condenados porque "no se puede pedir a nadie que renuncie a sus ideas políticas" y acusan al PP de engañar ya que "ningún partido en la democracia ha recurrido ningún indulto".

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Asens ha apuntado además que el PP durante sus gobiernos otorgó "decenas" de indultos con informes contrarios de los tribunales. También el Gobierno navarro ha tirado de hemeroteca contra el PP, cuando el vicepresidente primero, el socialista Javier Remírez, ha señalado que los populares han ejercido "esta prerrogativa" en algunas casos "a miembros de organizaciones terroristas".

Como un instrumento propio de las democracias ha defendido además el indulto la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que, antes de hacerse público el informe del Supremo, ha pedido no judicializar la política y ha reprochado que un PP "hundido" en Cataluña carezca de "respuestas territoriales".

Por su parte, las partidos independentistas no rechazan los indultos, pero reivindican la amnistía es la única solución posible. ERC y la CUP han reiterado en el Congreso esta posición, tras lo que Mireia Vehí (CUP) ha tachado de "interpretación ultraconservadora" del Supremo para vengarse de los independentistas.

Una vez conocido el pronunciamiento del Supremo los distintos actores permanecen a la espera de que el Ministerio de Justicia eleve las propuestas de indulto, de forma individual y con sus motivaciones, al Consejo de Ministros, un trámite que no tiene un tiempo regulado. EFE