Pedro Sánchez y Pablo Casado han conseguido cuadrar sus agendas para celebrar su primer cara a cara antes de las vacaciones. La cita será estar tarde a la cinco en el Palacio de la Moncloa, y viene marcada por diversos desencuentros y reproches entre socialistas y populares.

De entrada, el Gobierno pide al líder de la oposición “sentido de estado y altura de miras”; y éste reclama por parte del Ejecutivo, responsabilidad a la hora de afrontar algunos de los problemas, problemas que formarán parte, precisamente de la agenda de ese encuentro: inmigración, desafío independentista, política económica y compromisos con Europa.

INMIGRACIÓN

Uno de los mayores desencuentros de los últimos días se ha producido, precisamente en este tema, a causa de la llegada masiva de inmigrantes a nuestro país. Casado pedía una política sin demagogias en este asunto, que preste atención a las víctimas, que incida en la cooperación en origen (planteaba incluso un plan Marshall para Africa), y a nivel europeo, pero que deje claro que no puede haber una política de papeles para todos. Desde el Ejecutivo, Carmen Calvo respondía acusando al líder del PP de situarse en posiciones xenófobas, más cercanas a la extrema derecha europea, que a las que mantienen Macron o Merkel.

CESIONES A LOS INDEPENDENTISTAS

El PP ve con preocupación las hipotecas de Sánchez con los independentistas para continuar en Moncloa: el probable acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco, y el posible pacto político con los separatistas catalanes para celebrar una consulta en torno a un nuevo estatuto. Los populares exigen firmeza al Gobierno, que se defiende dejando claro que seguirá respetando la ley, y que solo ha abierto una nueva etapa de diálogo con Cataluña para dar una solución política al conflicto y recuperar la “normalidad que nunca se debió perder”.

LOS CONDICIONANTES ECONÓMICOS

El Congreso rechazó la semana pasada la senda de estabilidad presentada por el Gobierno, y el Ejecutivo arremetió contra la falta de responsabilidad del PP, y eso que no hizo falta que los populares tumbaran sus planes con su mayoría absoluta en el Senado. Fueron los propios “socios” del PSOE, Podemos, Compromís, ERC y Pdcat quienes frenaron en la Cámara Baja el primer gran proyecto del Gobierno.... proyecto que, efectivamente, los populares nunca apoyarán porque supone, dicen, dar luz verde al “más de lo mismo de los socialistas”, aumento del gasto y de los impuestos.

OTROS TEMAS

Al margen de estos asuntos, Sánchez tiene previsto plantear además a Casado dos pactos de estado, sobre infraestructuras y violencia de género; y Casado quiere que se hable de la reforma de la ley electoral municipal, y de la situación en países como Venezuela y Nicaragua.

El encuentro coincidirá con el primer barómetro del CIS de la era Sánchez, que, sin embargo, no recogerá, eso sí, la opinión de los españoles sobre la llegada de Pablo Casado a la presidencia del Partido Popular, ya que el trabajo de campo se realizó a principios de julio, cuando todavía no se había celebrado el congreso del PP. En el último barómetro publicado en abril, los populares seguían siendo primera fuerza política, aunque con poca distancia sobre el segundo en liza Ciudadanos, que había conseguido sobrepasar al PSOE como segunda fuerza política.